El vocero presidencial, Manuel Adorni, se ha consolidado como una figura clave dentro de la estructura de poder de *La Libertad Avanza*. Lejos del discurso oficial que pregona la reducción del Estado, su estructura ha crecido de manera sostenida desde su llegada al cargo. Con más de 190 empleados bajo su mando y un presupuesto mensual que supera los 260 millones de pesos, Adorni se posiciona en una cúpula de poder que contrasta fuertemente con la retórica de austeridad del oficialismo.
De acuerdo a una nota de Página 12, el vocero, recientemente ascendido al rango de ministro, controla una "enorme caja propia con la que varios de los funcionarios del gabinete sólo pueden soñar".
Además de su personal, compuesto por más de 100 personas contratadas desde su asunción, Adorni cuenta con 7 directores generales, quienes perciben sueldos de hasta 3,5 millones de pesos mensuales.
"Es lo que corresponde por las responsabilidades que tiene", justificaron desde la Casa Rosada, aludiendo a las crecientes funciones y el manejo de la "caja chica" que ahora también estará bajo su control.
La contradicción es evidente: mientras el gobierno de Milei anuncia recortes en áreas sensibles, como la Subsecretaría de Políticas Sociales, que cuenta con apenas tres directores, Adorni maneja más del doble de altos cargos. A partir de su ascenso, ha ganado además plena autonomía para manejar las contrataciones y el presupuesto, sin depender ya de la secretaría general de la presidencia.