El presidente del PJ bonaerense y diputado nacional, Máximo Kirchner volvió a marcar la cancha dentro del Partido Justicialista (PJ), dirigiéndose a sectores del peronismo bonaerense y también hubo cuestionamientos especialmente al actual secretario de Deportes y Turismo de Javier Milei, el ex gobernador Daniel Scioli. En su intervención, hizo hincapié en la necesidad de repensar el rol del dirigente político en un contexto de crisis.
"Algunos compañeros se confunden y piensan que lo importante son los cargos o lugares", señaló Kirchner, cuestionando a aquellos que priorizan las posiciones de poder por encima del verdadero compromiso con la sociedad. En este sentido, reflexionó sobre la figura de Cristina Kirchner, quien, según él, ha sido un faro de cambio en momentos difíciles:
"Cristina en 2011 salió para adelante y entendió que era momento de producir una oxigenación en la política argentina y le dio lugar a miles y miles de pibes y pibas para que se involucraran en la política del país".
"La decisión, el centro y el núcleo de lo Cristina y por qué tomaba la decisión, era porque entendía que el pueblo pedía que no gobernara más Macri, y no pensó si tenía que ser ella o no, sino que había un pueblo que demandaba que el gobierno de Macri concluyera de manera democrática como se debía. Y así fue que Alberto Fernández fue presidente de los argentinos y argentinas. ¿Por qué? Porque había muchos sectores dentro que no se la aguantan a ella, hay que decirlo, no tengo problema. no se la bancan porque labura, no se la bancan porque trabaja todos los días, y porque no tiene miedo. Y uno de los problemas que tenemos hoy en el presente y en el peronismo es que hay muchos dirigentes con miedo", recalcó.
Kirchner también abordó el tema del "dedo de Cristina", una referencia a las decisiones de liderazgo dentro del PJ.
"Yo me pregunto si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, ¿qué nos queda para aquellos que no fuimos señalados y seguimos haciendo lo que tenemos que hacer?", se cuestionó, subrayando que un dirigente no es una víctima, sino alguien que se propone a la sociedad y asume responsabilidades.
En un ataque directo, Kirchner no dudó en criticar a Scioli:
"Scioli no militó nunca". Con estas palabras, dejó en claro su descontento con aquellos que, en su opinión, han abandonado la lucha por un proyecto colectivo en favor de intereses personales.