Ante los empresarios reunidos en la Bolsa de Comercio de Rosario, el ministro de Economía, Luis Caputo, negó este viernes la posibilidad de devaluación de la moneda y una eliminación de las retenciones en "lo inmediato", y les volvió a pedir que "saquen los dólares del colchón".
A pesar de la situación crítica por la que atraviesa el país con más de la mitad de la población pobre, Caputo aseguró que "no habrá crisis" porque ahora el país tiene una situación macroeconómica sólida".“Puede haber volatilidad pero no habrá crisis", aclaró con una sonrisa.
El ministro sostuvo que existe un repunte en la economía, apalancado en algunos datos como que el crédito privado “está subiendo a dos dígitos por mes en términos reales en los últimos cuatro meses”, que hace cuatro meses que los salarios le bajan a la inflación, y que crece la demanda de dinero.
Sin embargo, Caputo evitó dar aproximaciones de cuándo saldrán los brotes verdes que el oficialismo pregona: "Inevitablemente se genera mucha ansiedad. Pero también seamos realistas porque no se puede arreglar 120 años de desmanejo en nueve meses".
Lo que se animó a adelantar es que “en esta nueva política monetaria los efectos los vamos a estar viendo en el próximo año”. Añ resécto, dijo que “toda esta inflación que tuvimos es resabio de la política monetaria alocada de los últimos cuatro años, en particular la del último año cuando se imprimieron 13 puntos del producto”, e insistió que ahora “estamos empezando a ver los beneficios de esta política monetaria".
Caputo prometió que el modelo va a una competencia de monedas, “un esquema bimonetario en donde la moneda fuerte es el peso”. “Los dólares van a sobrar porque nosotros buscamos remonetización en pesos y dólares”, señaló.
En ese sentido, aclaró que el blanqueo “no tiene fin recaudatorio, sino que saquen sus dólares del colchón y empezar a usarlos”. También avisó que el dólar financiero convergerá al oficial porque “no hay más emisión, absorbemos pesos por superávit y aumenta la demanda de dinero y el crédito”.
Por otra parte, el ministro anunció que “las retenciones están en el top uno de los impuestos que hay que sacar. Tres prioridades serían retenciones, impuestos al cheque e ingresos brutos. Vinimos a bajar impuestos y lo antes que nos convenzamos todos que el país arranca, tendremos superávit y allí bajaremos impuestos".
El ministro también se refirió a la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que definió como “muy buena”. Al respecto, manifestó que están pendientes la novena y décima revisión- que corresponden a junio y septiembre-, las cuales podrían hacerse juntas. “Después de esas revisiones, está la opción de pedir un nuevo programa o no. Pedir un nuevo programa tiene la ventaja que se puede pedir plata adicional, no así con el programa viejo. Ojalá no necesitemos hacerlo. Pero recomponer el balance del Banco Central para nosotros es una prioridad”, indicó.
Caputo destacó que, en ese sentido, el balance de la entidad se ha ido recomponiendo fuertemente estos meses, pese a que ahora las reservas netas volvieron a ser negativas en torno a los 5000 millones de dólares: “La Argentina hoy no necesita deuda, entonces el único objetivo, eventualmente, si quisiéramos pedirle plata al FMI, sería esencialmente para seguir recomponiendo el balance del Banco Central”.
Durante la ronda de preguntas, cuatro temas ocuparon la agenda: retenciones, blanqueo y RIGI e hidrovía. El central fue el de la situación de la Hidrovía sobre la que el ministro aseguró que está dentro de las prioridades: “Sean optimistas. Sabemos lo importante que es. Las concesiones tienen que ser de mínima por 30 años para que las empresas inviertan. Pensamos en hacerlas prorrogables por 30 años más, y que sea una licitación internacional con 100 por ciento de riesgo privado”, dijo y agregó: “Creo que vamos a tener listos los pliegos de bases y condiciones para fin de año. La intensión es que la apertura de los sobres sea en mayo y que podamos adjudicar la nueva concesión en el tercer trimestre del próximo año”.