A nueve meses de la asunción de Javier Milei, la motosierra fue pasando por distintas dependencias del Estado nacional. Ahora le tocó a la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), cuyo interventor con rango y jerarquía de director nacional será el oftalmólogo y especialista en cannabis medicinal Ignacio Ferrari.
A través del
Decreto 833/24, el Presidente dispuso la intervención de la ARICCAME. Se trata del organismo creado por ley en 2022 que regula la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales, y que en su inicios supo controlar Francisco Echarren, intendente de Castelli. Pero con el cambio de gobierno, era Gabriel Giménez quien se desempeñaba como director de la agencia.
La idea de la agencia era fomentar la producción y la investigación vinculada a la planta de cannabis, sus semillas y productos derivados. Sin embargo, en el Decreto hablaron de "falta de personal, una inadecuada operatividad, falta de emisión de licencias y autorizaciones habilitantes".
Con esos argumentos, la administración libertaria decidió intervenir el organismo por el plazo de un año con posibilidad de prorrogarlo por otro año. Según la norma publicada en el Boletín Oficial, el interventor deberá "proceder a una reorganización profunda de la ARICCAME" y efectuar "un rediseño organizativo". Esto incluye administrar los recursos humanos y regularizar todos los programas y proyectos que tenía en marcha la agencia.
Hasta que ARICCAME recupere su plena operatividad, el Ministerio de Economía brindará soporte administrativo y financiero para el correcto funcionamiento de la intervención. Asimismo, se prevé la reasignación de partidas presupuestarias por parte de la Jefatura de Gabinete de Ministros para cubrir los costos derivados de esta medida.
Este no es el primer cambio que el gobierno libertario impone sobre la industria del cannabis medicinal. De hecho, en mayo de este año comenzó a auditar el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN) que funciona en el Ministerio de Salud de la Nación.
Ese proceso terminó con cambios en el trámite para obtener la autorización necesaria para usar o cultivar cannabis medicinal. Desde entonces, algunas instituciones están preocupadas por los retrocesos en el área que puede obstaculizar tratamientos médicos.