El proyecto de presupuesto para 2025 presentado por el presidente Javier Milei ha generado un intenso debate sobre las asignaciones en diferentes áreas del gobierno y su impacto real, dada la alta inflación proyectada para el próximo año. La propuesta incluye aumentos significativos en sectores como Inteligencia y Defensa, pero al ajustar estos incrementos con una inflación esperada del 100% -cifra aproximada a la acumulada en el año hasta ahora- se revela que muchos de estos aumentos no garantizan una mejora real en los recursos disponibles.
En el análisis de los sectores que perderán valor real frente a la inflación, se observa que la Seguridad Social, a pesar de recibir un incremento nominal del 95%, su poder adquisitivo se ve erosionado por la inflación, resultando en una pérdida de valor real. En el área de Salud, aunque se propone un aumento nominal del 150%, el crecimiento real en términos de poder adquisitivo es limitado, indicando que el incremento no compensa completamente el impacto inflacionario. En cuanto a Educación y Cultura, el incremento cercano al 40% también resulta insuficiente para mantener el mismo poder adquisitivo que en 2024, afectando su capacidad para financiar nuevos proyectos y programas.
Sin embargo, algunos sectores clave del gobierno logran destacarse por recibir incrementos que superan el ajuste inflacionario, lo que se traduce en un crecimiento real en su capacidad de inversión. Defensa, por ejemplo, experimenta un aumento del 95% en términos reales, lo que refleja un fuerte enfoque del gobierno en reforzar la seguridad nacional. La Seguridad Interior también recibe un incremento del 91% ajustado por inflación, subrayando la prioridad del gobierno en mejorar la seguridad interna. A pesar del contexto inflacionario, el área de Ciencia, Tecnología e Innovación recibe un aumento significativo del 30% en términos reales, y Relaciones Exteriores también se beneficia de un incremento del 30% en términos reales, lo que puede estar vinculado a la estrategia de internacionalización del gobierno.
El presupuesto de 2025 será debatido en el Congreso, donde se analizarán las asignaciones a cada área y se discutirán posibles ajustes
. Uno de los principales desafíos será manejar la alta inflación para garantizar que los fondos realmente se traduzcan en mejoras efectivas. Además, la asignación para la deuda pública, que aumenta de $6,998 millones en 2024 a $11,688 millones en 2025, será un tema crucial en las discusiones, dado su impacto en la estabilidad económica del país.