El consumo de carne vacuna por habitante se ubicó en 46,9 kilos en los primeros ocho meses del año, lo que representa una baja interanual de 12,1%. A su vez, el promedio de los últimos doce meses quedó en 48,1 kg en el octavo mes del año, ubicándose 10,1% por debajo del promedio alcanzado en agosto de 2023.
Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y sus Derivados de la República Argentina (CICCRA), la faena también cayó en agosto. Con 1,19 millones de cabezas de hacienda vacuna, representó una disminución de 5,4% con respecto al pico alcanzado en julio. En los primeros ocho meses del año, 364 establecimientos faenaron 9,013 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 8,6% menos que en enero-agosto del año pasado.
Entre enero y agosto de 2024, la industria produjo 2,056 millones de tn r/c/h de carne vacuna, que marca una retracción de 7,8% con respecto al mismo período del año pasado.
Con respecto a las exportaciones, los envíos totalizaron 590,2 mil tn r/c/hen los primeros ocho meses del año (considerando un promedio mensual exportado de 73,8 mil tn r/c/h), lo cual representa un aumento de 2% en comparación con el año pasado.
Con respecto a los precios, el rubro carnes y derivados mostró un incremento de 4,0%, el más alto de los últimos cuatro meses, explicado por la suba de 7,3% del precio del pollo entero. En ese contexto, los precios de los cortes de carne vacuna aumentaron 1,9 mensual.
Según Miguel Schiariti, director de CICCRA, manifestó a PERFIL que si bien el sector cárnico todavía arrastra los inconvenientes de la sequía en 2023, que generó caídas en las faenas de machos y hembras, la caída del poder adquisitivo mes a mes termina siendo el principal factor que influye en la caída del consumo de carne.
De este modo, se proyecta que el consumo anual por habitante promedio en 2024 sea de sólo 44,8 kg., por debajo del promedio histórico (72,9 kg.).