La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, respaldó a Rodrigo Valdés, el funcionario que ayer fue corrido del día a día de la negociación del FMI con la Argentina y confió en el camino que trazará Luis Cubeddu, el hombre que encarará las negociaciones.
El cambio en la dirección de las negociaciones llega en un contexto delicado. La salida de Valdés, aunque no ha sido oficialmente explicada por el FMI, se produce tras semanas de tensión con el presidente Javier Milei, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
El mandatario fue uno de los principales críticos de Valdés y afirmó -en declaraciones recientes- que el funcionario chileno no buscaba el bienestar de la Argentina y que continuamente ponía trabas a las decisiones económicas del Gobierno.
Estas tensiones habrían precipitado el cambio en la conducción de las negociaciones, según medios locales. Por ello, Georgieva respaldó a Valdés: “Tengo plena confianza en Rodrigo Valdés para liderar el trabajo del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. Es un economista destacado, un funcionario internacional dedicado y un colega maravilloso".
También, agregó: "Confío en el criterio de Rodrigo en todos los asuntos, incluso en la decisión de delegar las negociaciones del programa del Fondo con Argentina a su adjunto, Luis Cubeddu”.
Luis Cubeddu junto a Ashvin Ahuja serán los encargados de llevar adelante las delicadas discusiones sobre la refinanciación de la deuda y el cumplimiento de las metas económicas impuestas por el organismo.
Argentina mantiene un acuerdo de refinanciación de deuda con el FMI por un total de 45.000 millones de dólares, firmado en 2022 durante la presidencia de Alberto Fernández. Este acuerdo, que reemplazó un préstamo original concedido en 2018 bajo el gobierno de Mauricio Macri, está sujeto a revisiones trimestrales por parte del FMI, de cuyo resultado dependen los desembolsos que el país necesita para hacer frente a sus compromisos de deuda.
En junio, el FMI aprobó la octava revisión del acuerdo, lo que permitió un desembolso inmediato de 800 millones de dólares. La novena revisión, aún en proceso, será clave para definir el futuro de los próximos desembolsos y el camino que tomará la relación financiera entre Argentina y el organismo.