Después de la compra de aviones cisternas para atacar las zonas afectadas por los incendios, Luís Arce remarcó en sus redes sociales que "¡No vamos a escatimar esfuerzos ni recursos para cuidar a nuestra población y a nuestro medio ambiente!”. Así es que, sin dejar nada librado al azar, mientras recibe ayuda de países de la región como Brasil, Uruguay, Perú y Venezuela, el presidente ya piensa en el día después de la tragedia ambiental. Para eso el gobierno señaló que busca ni más ni menos que un préstamo con el BID por U$S 250 millones los cuales serán destinados para financiar el "Préstamo Contingente para Emergencias por Desastres Naturales y de Salud Pública".
El ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, ya fue autorizado para la firma del contrato. Luego de la firma, será remitido a consideración y necesitará la aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional, tal como lo dispone el numeral 10 del parágrafo I del artículo 158 de la Constitución Política del Estado.
Una vez aprobado, el encargado de administrar los recursos que se obtengan con el préstamo será el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Así mientras su gobierno no escatima esfuerzos para apagar los incendios, Arce demuestra que ya tiene su cabeza en lograr la inmediata recuperación de las zonas afectadas, sin importar su tendencia política, porque a la hora de brindarse, su objetivo sigue siendo todo el pueblo boliviano.
