Luego de una reunión que mantuvo el presidente Javier Milei con el PRO en Casa Rosada, la diputada nacional de Juntos por el Cambio María Eugenia Vidal reveló detalles de la cumbre y ratificó que el partido amarillo apoyará el veto del Ejecutivo a ley de movilidad jubilatoria.
“Anoche tuvimos una reunión con Javier Milei en Casa Rosada. Milei nos anticipó el veto total a las jubilaciones. Nosotros vamos a apoyar el veto del Presidente”, afirmó la exgobernadora bonaerense en declaraciones radiales.
Vidal consideró que Milei en el encuentro "explicó las razones del veto". "En caso de que se aumenten las jubilaciones, el déficit pasaría a más de 1%. Sería algo muy malo”, indicó.
“Se comprometió a dar un Presupuesto y que sea de déficit cero. No se puede gastar más de lo que ingresa. Queremos ayudar al Gobierno y que le vaya bien”, agregó Vidal.
Luego de semanas intensas en la relación entre LLA y el espacio amarillo, Vidal sostuvo que "el PRO está para ayudar, pero para ayudar desde el aprendizaje. Nos ponemos a disposición y nos alegra que nos haya convocado”.
Tras la reunión con los jefes de los bloques de diputados más cercanos al oficialismo, Milei firmó el veto total de la ley que establece una nueva fórmula de movilidad jubilatoria. Desde LLA, el PRO y el MID ya garantizaron su apoyo total, pero tanto los radicales como el peronismo y el bloque Encuentro Federal -que conduce Miguel Ángel Pichetto- adelantaron públicamente que planean insistir con el proyecto que fue aprobado por amplia mayoría en las dos Cámaras del Congreso.
Para dejar sin efecto un veto presidencial la Cámara de Diputados y el Senado tienen que volver a aprobar la ley, pero con dos tercios de los votos de los presentes. Hace dos meses, cuando el proyecto obtuvo media sanción en Diputados la votación terminó con 160 votos afirmativos a 72 negativos. Los dos tercios se alcanzan con 171 votos, pero como en aquella oportunidad hubo 16 ausentes, esa mayoría especial se logró con apenas 160 votos.
Así, serán las ausencias y las abstenciones las que terminarán de inclinar la balanza, ya que es poco probable que los diputados cambien el sentido de su voto en apenas dos meses.
