Según el último informe de INDEC, el índice de pobreza subió respecto a la primera mitad del 2022, que fue del 36,5%. Mientras que en la comparación interanual, registró un ascenso frente al 37,3% del segundo semestre del 2021. Por su parte, la indigencia llegó al 8,1% en los últimos seis meses del 2022.
En este marco, el CEPA detalló que tales datos “muestran un incremento de la pobreza en 2,7 % respecto al primer semestre de 2022 y de 1,9 % respecto al semestre equivalente de 2021.” “En el caso de la indigencia, el dato muestra una reducción de 0,7 % respecto al primer semestre de 2022 y de 0,1 %. respecto al segundo semestre de 2021. Vale mencionar que la comparación con el primer semestre de 2022 es a modo de referencia dado que metodológicamente no es adecuado la comparación entre semestres no equivalentes”, recalcaron.
Como factores decisivos se destacan los precios de los alimentos que
“se mantuvieron en niveles similares a los del primer semestre, pero en niveles sensiblemente superiores a los del segundo semestre 2021.”
Además hay que tener en dos factores más: Por un lado, el salario de los trabajadores/as no registrados/as y el SMVM. “El primero se redujo 3,5% respeto del primer semestre (producto de bonos abonados en este último período) mientras que en la evolución del SMVM, se percibe un incremento de su poder adquisitivo de casi 1%, que se incrementa hasta 13,7% si se toman en cuenta los bonos de $22.500 abonados en noviembre y diciembre. Estos bonos sólo alcanzaban a aquellas personas sin ningún tipo de ingreso, lo cual implica que debe haber impactado positivamente en el segmento de indigencia y explicarían, en buena medida, la reducción del indicador respectivo. Respecto al período equivalente de 2021, el salario de las y los trabajadoras/es no registrados, se redujo 1,2%, mientras que en el SMVM se percibe un incremento de 6,4% considerando los bonos mencionados”, se detalla en el informe.
En lo que respecta al
RIPTE, este muestra, en el segundo semestre de 2022, una desmejora en términos reales de 3,8% respecto al primer semestre del año y de 3,5% respecto al período equivalente del año anterior.
Asimismo, en relación a los indicadores de empleo, “durante el segundo semestre de 2022 mejoraron los indicadores de empleo”. “La desocupación se ubicó en 6,3% (IVT2022), el menor valor desde 2015, mientras que paralelamente se incrementó la tasa de empleo que pasó de 43,2% en el segundo semestre de 2021 a 44,4% en el mismo período de 2022”, informaron.
Si tomamos en cuenta la
Asignación Universal por Hijo, “en el segundo semestre de 2022, el valor real de la AUH se redujo sensiblemente respecto del nivel del primer semestre de 2022. La desmejora se explica principalmente por el impacto de los bonos otorgados en la primera parte del año (durante los meses de mayo y junio, se abonaron sendos bonos de $9.000 para aquellas personas sin trabajo formal, AUH, y otros). El valor del segundo semestre 2022 resulta 9,7% menor al del período equivalente del año anterior”.
Y en relación a la
Tarjeta Alimentar “se percibe una desmejora en la evolución real de los ingresos de la Tarjeta Alimentar que, en el segundo semestre de 2022, se reduce casi 10% respecto al primer semestre de 2022 y 14% respecto al semestre equivalente de 2021.”
Respecto del panorama relativo a los
planes sociales, “el escenario muestra una reducción de su poder adquisitivo de 5% respecto al primer semestre de 2022 (como resultado el impacto de los bonos de mayo y junio de 2022) y de 6% respecto al semestre equivalente de 2021.”
Cabe agregar la dinámica relativa a la
jubilación mínima. El informe única que “durante el segundo semestre de 2022, la jubilación mínima muestra una desmejora de algo más de 5% en relación al primer semestre y de 7% respecto al mismo período de 2021”. En este caso, aseguraron, “no hubo variaciones sensibles en cantidades”.