El actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, es investigado por malversación de fondos y violación a las normas éticas de la institución.
Claver-Carone fue asesor del expresidente de EEUU Donald Trump, y
su gestión fue clave para que el FMI le aprobara a la gestión de Mauricio Macri el préstamos por USD 45.000 millones.
La investigación comenzó a partir de un correo electrónico anónimo, que fue remitido tanto a la Junta directiva del organismo como al Comité de ética del BID. Allí se señala que el actual presidente del organismo mantiene una relación con una de las colaboradoras de su equipo de trabajo, más precisamente con alguien que ocupa el cargo de estratega Senior de la organización, hecho que está prohibido en los manuales éticos a los que están sujetos los funcionarios del la entidad.
El código de ética del BID dice que no se puede participar de decisiones vinculadas al trabajo con una persona con quien se mantiene una relación íntima.
A esa acusación, que señala a Claver-Carone, -que llegó al BID el 1 de octubre de 2020- se suma la de haber incurrido en una malversación de fondos, lo que podría hacer pesar sobre una pena con mayor severidad, junto a la estratega Senior de la organización.
Según medios internacionales, los directivos del BID mantuvieron una reunión virtual con el fin de poner sobre la mesa las acusaciones que llegaron sobre Claver-Carone, y debatir los pasos a seguir para el desarrollo del debido proceso e investigación de la veracidad de las acusaciones.
Según fuentes cercanas a la investigación, una de las opciones que se debatieron es contratar a una firma externa que "investigue las acusaciones y pedirle a Claver-Carone que se hiciera a un lado temporalmente", indicó Reuters.
Dentro de lo revelado por los medios internacionales frente a ese caso, se advirtió que, de la reunión adelantada el pasado martes, tomaron lugar los 14 directores del banco, así como su asesor general y su vicesecretario.
La reunión directiva se extendió por aproximadamente dos horas y media. Según la agencia Reuters, tras el encuentro del pasado martes, se habría planteado una nueva reunión, en la que se definiría los pasos a seguir.
Tras la filtración de las denuncias, el BID no se pronunció oficialmente al respecto, ni tampoco lo ha hecho el funcionario señalado.
