Se cumplen 20 años de la presentación del proyecto de ampliación de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. Fue durante la gestión de Aníbal Ibarra. Luego vino Macri y pese a haber prometido construir 10 km de subte por año, el trabajo concluido muy lejos estuvo. Ya con el gobierno de Larreta la ampliación de la red parece un recuerdo lejano. Durante los últimos seis años no se avanzó un metro.
La historia de uno de los medios de transporte preferidos de los porteños data de hace más de un siglo. La línea A fue la primera de metro que se construyó en América Latina y, de hecho, se anticipó a proyectos similares en grandes ciudades como el DF de México, San Pablo y Santiago de Chile.
La normativa de ampliación del subte fue sancionada hace 20 años por la Legislatura de la Ciudad ordena al gobierno porteño a construir tres nuevas líneas de subte.
De acuerdo a Clarín,
"la línea G, que vincularía a los barrios de Retiro, Caballito, Villa del Parque y Agronomía, y la I, que conectaría Parque Chacabuco, Villa Crespo, Palermo, Retiro y Núñez, sólo existen en el texto de la ley 670, que habilitó su futura construcción. Pero no hay planes para hacerlas".
En 2017, Infobae escribía: "Si el PRO hubiera cumplido con lo que prometió en 2007, cuando asumió la conducción de la Capital Federal, hoy la red tendría 80 kilómetros más, es decir, se habrían triplicado los 54 kilómetros actuales".
En tanto, la I uniría Caballito con Retiro. No obstante, cabe mencionar que la única que avanzó un mínimo paso más es la F, planeada para unir Barracas con Recoleta y Plaza Italia. Pero dicho avance solo se limitó al llamado a la licitación. El 16 de julio de 2019, el Gobierno porteño llamó a licitación para contratar una consultora que ajustara el anteproyecto de Sbase y desarrollara la documentación para licitar la construcción de la nueva línea.
Investigadores sostienen que la pandemia no es motivo para reconsiderar la idea de expansión del subte, que es un medio que descongestiona el tráfico en superficie.
"Los metros de otros países siguieron funcionando y hoy se está retomando la normalidad con la vacuna. Es cierto que cambiaron los patrones de movilidad y el Microcentro ya no es el principal atractor. Por eso, con más razón hay que pensar líneas transversales, que son las más prioritarias, como demostró la H. Pero antes de definir si siguen siendo necesarias las líneas F, G e I habría que contar con buenos datos de la pospademia", remarcó Dhan Zunino Singh, investigador del Conicet, docente de la Universidad Nacional de Quilmes y especialista en movilidad e historia del subterráneo a Minuto Uno.