22.08.2021 / PERÓN-PERÓN

A 70 años del renunciamiento de Evita

El 22 de agosto de 1951 se realizó la mayor concentración del peronismo, con casi 2 millones de militantes de todo el país que colmaron la avenida 9 de Julio y las inmediaciones para pedir por "la fórmula de la Patria", como por entonces se había bautizado a la dupla "Perón-Perón". La palabra de los historiadores.






La histórica movilización del justicialismo de 1951 en apoyo a la fórmula presidencial Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón cumple 70 años. La agencia Télam consultó a varios historiadores que investigaron la saga de acontecimientos que se inició con esa marcha hacia el edificio del Ministerio de Obras Públicas -actual sede de las carteras de Desarrollo Social y Salud- y que culminó días después, con un mensaje por radio en el que Eva Perón comunicó su renunciamiento.

Los especialistas coincidieron en "los límites de la época a que una mujer ocupara la vicepresidencia", como también en "la resistencia que había a Evita por parte de los militares". "No querían que Evita fuera vicepresidenta porque tenía mucho ímpetu y era el mayor vínculo del frente (peronista) con la clase trabajadora" plantea Norberto Galasso

En la misma línea se pronunció el sociólogo e historiador Roberto Baschetti, al asegurar que "había una gran interna en el peronismo entre la CGT, con Evita, y los militares, en la que Perón tenía que buscar el equilibrio del poder, y Perón, que finalmente era un militar, se sentía a gusta con los militares, y entonces prefirió no sacar los pies del plato". "Perón no traspasó los límites con la candidatura de Eva", subrayó el historiador, que posee uno de los mayores archivos de revistas, documentos y pronunciamientos de la historia del peronismo.

Baschetti, en ese sentido, destacó que "para la época era muy impactante que fuera vicepresidenta una mujer que no tenía pelos en la lengua y que además hablaba de la oligarquía y de los vendepatria".

Desde otro ángulo de interpretación, la historiadora Julia Rosemberg remarcó que "el renunciamiento, que siempre fue leído en clave de que lo tuvo que hacer porque estaba enferma o porque las Fuerzas Armadas no la querían, también tiene que ser leído como un límite en la disputa de poder que Eva da y no logra vencer, debido a un límite que tiene que ver con una sociedad, todavía muy conservadora y tradicional respecto de cuál era el lugar asignado y posible para las mujeres".

“En la elección de 1951 Eva da dos disputas: una por el voto femenino y la participación de la mujer en las listas, y es muy exitosa. La otra disputa tiene que ver con su propia candidatura a la vicepresidencia, que a pesar de todos los mitos, es una candidatura buscada por ella. Por lo menos, anhelada", se diferenció Rosemberg.