Alberto Fernández dejó en claro en una entrevista con Pedro Rosemblat que si bien el Goberno pretende modificar el sistema de explotación comercial del corredor fluvial litoral, en donde un pequeño tramo lo compone la Hidrovía Paraná-Paraguay, el foco estará en que el Estado vigile sólo la licitación y el cobro de los peajes.
"No tenemos la tecnología necesaria para meternos a decenas de metros del Paraná y poder hacer la Hidrovía", admitió el mandatario, aunque luego agregó: "
Haremos el llamado a licitación y el Estado será el responsable del cobro del peaje para pagar la concesión".
Fernández y Sergio Massa consideran que en la Hidrovía es importante licitar la concesión que el menemismo le entregó por 25 años a la empresa belga Jan De Nul y a la argentina EMEPA. Es una postura que difiere de la de organismos de control y legisladores nacionales como Jorge Taiana, que vienen diciendo desde el CFH que lo que está en juego no es renovar una concesión para ver quién hace mejor el dragado o no.
Desde esa perspectiva, lo que está en juego es el control que Argentina puede hacer de los barcos y barcazas que a través de puertos legales e ilegales, hoy son utilizados por las grandes cerealeras para el contrabando ilegal de granos vía Paraguay o Brasil. Esto tendría un impacto directo en la recaudación y el ingreso de dólares al país, ya que hoy a través de la subfacturación como mecanismo precedente del lavado de activos las grandes multinacionales dejan fuera de la Argentina una enorme rentabllidad. Además del impacto que generan en los precios del mercado interno, presionando sobre el valor del dólar y teniendo como ciclo final de la extorsión al desabastecimiento.
Por su parte, el Presidente explicó que buscan evitar que digan que pasan tres barcos cuando pasaron trecientos.
"Y eso lo vamos a hacer, por eso llamamos a una licitación internacional y para que nadie piense que hay una segunda intención, puse a todas las provincias en la licitación", afirmó.
El jefe de Estado explicó que la Hidrovía no es como una ruta donde puede instalarse de forma simple una cabina de peaje y sostuvo que se va a terminar la lógica de que un extranjero esté encargado de quedarse con el control y la recaudación. "Eso lo vamos a hacer", enfatizó.
