En medio de la polémica que comenzó con sus declaraciones en Cuba, siguió con la contradicción a esas declaraciones por parte del Fondo Monetario Internacional y, hace minutos, siguió con el aval del presidente Alberto Fernández a sus dichos en La Habana, la vicepresidenta de la Nación,
Cristina Fernández de Kirchner, le enrostró a Gerry Rice, vocero del FMI, cómo el propio estatuto del organismo internacional de crédito demuestra que sí se violaron esas normas en el marco del préstamo por USD 57.000 millones que acordaron con Mauricio Macri.
En Cuba, donde este fin de semana presentó el libro Sinceramente, la ex presidenta había asegurado que el Fondo debería aceptar una quita de la deuda porque, así como violó su estatuto para permitir la fuga de dólares en la Argentina de Macri, también podría hacerlo para permitir esa disminución del pasivo argentino.
“Yo me pregunto, cuando dicen ‘no, no se puede hacer una quita al capital del FMI porque su estatuto prohíbe hacer quitas’. ¿Pero cómo que el estatuto del FMI prohíbe hacer quitas? También prohíbe que se den préstamos para permitir fugar el dinero. ¿Y por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no?”, había cuestionado CFK.
Hoy, después de las palabras de Rice y del aval del jefe de Estado,
Cristina usó su cuenta de Twitter y mostró el Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional, su portada y el artículo VI, referido a las transferencias de capital.
Allí, se sostiene de formal textual:
"Ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital". Sólo en 2019, la fuga de capitales de la era Macri llegó a US$26.865 millones, la mitad de la totalidad de la deuda con el organismo, y durante toda su gestión se sacaron del país US$88.371 millones, es decir, mucho más que todo el préstamo.
El artículo del estatuto del FMI también dice que el organismo debería pedirle al país en que observara tal situación la aplicación de "medidas de control". Es decir control de capitales. No sólo el Fondo no lo hizo, sino que Macri no aplicó esos controles que la oposición el reclamaba hasta poco antes de abandonar el poder tras la derrota electoral.
La fuga de capitales terminó ocurriendo gracias a los permisos (tácitos) del Fondo para que el Banco Central de
Guido Sandleris saliera a vender los dólares del préstamo para contener el precio de la divisa en plena campaña electoral y gracias a que el BCRA no impulsó los mencionados controles hasta que Cambiemos perdió y no quedaban más opciones.
Ante estas evidencias, la vicepresidenta cerró la publicación de forma concreta:
"Sin comentarios. Los argentinos y las argentinas sabemos leer".