Con el fallecimiento a causa de un cáncer de cerebro del juez federal
Claudio Bonadio, se abrió un extenso interrogante enmarcado en su polémica labor durante, al menos, los últimos cinco años en la justicia argentina:
cómo se decidirán los pasos a seguir con las múltiples causas contra ex funcionarios del gobierno kirchnerista, y particularmente contra Cristina Fernández de Kirchner, que encabezaba el polémica magistrado y quién seguirá a cargo de esos expedientes.
La primera respuesta indica que
será la Cámara Federal la encargada de decidir quién será el juez subrogante que quedará al frente de los expedientes penales que llevaba adelante Bonadio.
Sin embargo, hasta que la Cámara se expida, las causas que tenía el Juzgado Federal 11 seguirán a cargo del juez federal subrogante
Sebastián Casanello, quien ya estaba al frente de esa oficial judicial al haber sido designado para cubrir el pedido de licencia con el que venía el magistrado fallecido y que iba a continuar hasta marzo.
"En caso de licencia, suspensión, vacancia, remoción u otro impedimento de los jueces de primera instancia de cualquier fuero o jurisdicción, la cámara respectiva procederá a la designación de un (1) juez subrogante dentro de los tres (3) días de ocurrida la causa que motivara la subrogancia", precisa el artículo 2 del régimen de subrogancias establecido en la ley 27.439, de 2018.
DOS OPCIONES
La ley de subrogancias establece dos posibilidades de selección, que en este caso se aplicarán para reemplazar a Bonadio. La primera determina que puede ser "un juez de igual competencia y de la misma jurisdicción territorial o, en su defecto, de la misma jurisdicción territorial y de competencia similar o, cuando ello no fuere posible, con un juez de la jurisdicción territorial más próxima, con excepción de aquellos jueces que registren atrasos significativos en las causas a su cargo".
En el segundo caso, la ley indica que sea un conjuez que integre la lista confeccionada por el Consejo de la Magistratura y que "resida en la jurisdicción territorial del juzgado de que se trate".
En uno u otro caso, la Cámara Federal o Nacional que por jurisdicción corresponda hará un sorteo entre los posibles reemplazantes. Luego, el subrogante elegido tiene la posibilidad legal de, en el plazo de cinco días de notificada su designación, excusarse de cubrir el cargo "fundado en la existencia de motivos que importen un grave perjuicio al normal desarrollo de la actividad del Juzgado o Tribunal".
Si eso ocurre, la Cámara competente resolverá la cuestión "rechazando o aceptando la excusación, en cuyo caso procederá a desinsacular (elegir por sorteo) un nuevo magistrado subrogante". Esto, por ejemplo, ya pasó para el caso de las licencias de Bonadio: en mayo del año pasado, para el primer pedido del fallecido juez, el elegido por sorteo había sido Casanello, pero éste se excusó debido a que en el mismo período debía reemplazar a
María Servini y el nuevo proceso de selección colocó los expedientes del juzgado 11 en manos de
Ariel Lijo.