A partir de la sanción de la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos que se aprobó en mayo en el Congreso con impuso oficialista y que fue reglamentada en los primeros días de julio, se comenzó a publicar en la
web oficial de la Cámara Nacional Electoral el registro detallado de los aportes declarados para la campaña y, como era de esperarse,
empezaron a aparecer escandalosos "apoyos" económicos a Juntos por el Cambio que parecen más una devolución de favores que una contribución voluntaria.
A pesar de que el resultado financiero general arrojó un déficit de $ 287.202 millones para el primer semestre del año luego de haberse pagado intereses por $ 317.423 millones, más del doble que en el primer semestre del año pasado,
el Gobierno salió a festejar con Nicolás Dujovne como vocero que logró un superávit primario superior a $ 30.000 millones, que implicó "sobrecumplir" las metas impuestas por el FMI para el período.
Sin embargo, cumplir esa meta de "déficit cero" del Fondo no hubiera sido posible de no ser por algunos recursos extra que consiguió el Gobierno: entre otros ítems y más allá del ajuste,
fue gracias a la venta de dos centrales térmicas de energía, una de ellas la Brigadier López que se quedó Central Puerto a un precio "vil", como fue denunciado, o al menos irrisorio. Esta última firma, Central Puerto, tiene entre sus dueños a una familia que, antes de las PASO y cuando todavía hay tiempo para poner más dinero, ya aportó millones para la campaña de Mauricio Macri.
PRIVATIZACIÓN BARATA A CAMBIO DE AYUDA PARA LOS PAPELES DEL FMI
En una conferencia de prensa hace 15 días, el ministro de Hacienda divulgó el resultado positivo de los primeros seis meses del año y aseguró que se logró a pesar del déficit primario que se observó en junio, con un total de $ 6.598 millones. De ese modo, el superávit fiscal primario fue de $ 30.221 millones.
No obstante y en un tipo de práctica a la que acostumbra Juntos por el cambio,
Dujovne omitió precisar que hubo ingresos adicionales y eventuales por $ 64.000 millones que permitieron ese "sobrecumplir" las metas: dos tercios de esos recursos extra se explican por la venta (privatización) de dos centrales térmicas y, por otro lado, aparece el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES.
Tal es la importancia de estos ingresos que, sin ellos, la Argentina de Macri hubiera incumplido las metas fiscales impuestas por el Fondo. La venta de dos centrales termoeléctricas construidas durante el gobierno kirchnerista explica 40.416 millones de pesos de los ingresos totales del sector público no financiero.
Sin estas privatizaciones de activos estatales, el resultado del semestre hubiera arrojado en déficit cercano a los 10.000 millones de pesos.
Curiosamente, como consignó la economista Mara Ruiz Malec a través de Twitter, anteriormente las privatizaciones de empresas estatales se computaban por fuera de las cuentas de gastos e ingresos primarios.
La transferencia del FGS para financiar la “Reparación Histórica” significó $ 19.647 millones. La venta de la Central Térmica Ensenada-Barragán representó ingresos por $ 26.321 millones, mientras que el desprendimiento de la venta de la Central Térmica Brigadier López a Central Puerto le aseguró al Estado $ 14.095 millones.
Ambas privatizaciones están en la mira de la justicia: tanto el presidente Macri como los funcionarios del área energética involucrados en la venta son investigados por el juez Daniel Rafecas por una supuesta venta a “precio vil” de las centrales.
La denuncia fue realizada por los diputados Rodolfo Tailhade, María Emilia Soria, María Fernanda Vallejos y Adrián Grana. Aseguran que la tasación de las eléctricas le ocasionaría al Estado una pérdida de USD 400 millones, diferencia que surge de la comparación entre el precio de venta y el costo de construcción en dólares de ambos proyectos, en 2012.
“¿Cómo puede admitirse que el Estado argentino enajene activos públicos estratégicos por casi USD 267 millones menos (Ensenada de Barragán) y USD 110 millones menos (Brigadier López) de lo que valían en 2012? Se concluye que se trata de un intento de privatizarlas a precio vil”, argumentaron los legisladores, quienes también solicitaron la suspensión de la licitación que fue rechazada por Rafecas.
¿"RETORNO" DE FAVORES EN FORMA DE APORTES?
En Central Puerto, la empresa que se quedó con la Central termoeléctrica Brigadier López -según la denuncia- por USD 110 millones menos de lo que costó su construcción,
tienen participación los empresarios Nicolás Caputo -el "amigo del alma de Macri-, Guillermo Reca y Eduardo Escasany, pero también es una imporante accionista de la compañía la familia Miguens.
Justamente es María Luisa Miguens Bemberg, admiradora frenética de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, una de las máximas aportantes, hasta el momento, a la campaña de Juntos por el Cambio para que Macri siga siendo Presidente de la Nación: puso en los últimos días $ 350 mil, $ 250 mil, $ 600 mil y $ 440 mil en cuatro transferencias bancarias separadas, con lo que en total sumó una contribución de $ 1.640.000.
Se trata, además, de una mujer que, según los registros de la Cámara Electoral,
fue la mayor aportante individual de las elecciones de 2017, con $ 895 mil en apoyo de la candidatura de Esteban Bullrich. En ese caso, también su hermano, Carlos José Miguens, realizó donaciones monetarias por $440.000, al igual que su esposa, Cayetana Robirosa.
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