26.04.2019 / Polémico

Para Carrió, "una mujer no puede ser una persona que se parezca a un hombre, como hay en la política"

La diputada, socia del "feminista menos pensado" Mauricio Macri, aseguró que lleva "la bandera de las mujeres", pero rescató "el ser mujer en el orden del deseo" y pidió que no usen "su sexo, como se ve en el Congreso", porque una mujer no debe parecerse "a un hombre en sus modos y en su forma de vestir". Mirá lo que dijo.



Mientras en la Argentina se debate la búsqueda de la despenalización del aborto y el feminismo logró posicionarse como un sector importante de la discusión política, el Gobierno de Cambiemos no para de dar muestras de su postura ideológica profundamente misógina y de discriminación hacia las mujeres. En este caso no fue en boca de Mauricio Macri, el "feminista menos pensado"; sino que la vocera fue Elisa Carrió, que aseguró que "una mujer no puede ser una persona que se parezca a un hombre, como hay en la política".

Consultada por el psiquiatra macrista José Eduardo Abadi sobre su "posición bastante singular sobre muchos de los problemas que tuvieron lugar respecto a lo femenino, el aborto y el matrimonio igualitario" en la Revista Viva, "Lilita" comenzó jactándose de tener "todos los premios anti discriminación" y llevar "la bandera de las mujeres", pero terminó derrapando con escandalosas frases misóginas, principalmente contra las mujeres que participan de la política

"A mí no me gusta el machismo, ni de los hombres ni de las mujeres", expresó la líder de la Coalición Cívica, y agregó: "Que hubo discriminación es cierto, pero eso nos da fortaleza".

En ese punto, Carrió rescató "el ser mujer en el orden del deseo" y disparó: "A mí me parece que la mujer no puede ser un objeto sexual y no puede usar su sexo, como a veces veo en el Congreso. Pero tampoco puede ser una persona que se parezca a un hombre en sus modos y en su forma de vestir, como también a veces veo en la política. Una es mujer".

"A mí me gusta la casa y creo que muchos hombres ahora tienen el permiso de que les guste la casa. El hombre tenía vedado llorar, tenía vedado cocinar. A mí me encanta el mundo privado y me encantaría un hombre al que le guste el mundo público. El mundo público es mi deber: vos me vas a ver en la televisión porque tengo el deber de estar y de comunicar, pero no me vas a ver en un acto. Ser una mujer, poder atender, a mí me parece una herencia extraordinaria de nuestras abuelas y bisabuelas", concluyó.