En su declaración de ocho horas en Dolores ante el juez federal
Alejo Ramos Padilla, el fiscal de Mercedes
Juan Ignacio Bidone enterró la versión del Gobierno para desligarse a sí mismo y a sus socios de la red de espionaje ilegal y extorsiones que actuaba a modo de banda para armar operaciones contra el kirchnerismo:
complicó -aún más- a su colega Carlos Stornelli y expuso el rol explícito de Elisa Carrió y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que conduce Gustavo Arribas, el amigo que Mauricio Macri eligió para ese organismo por ser el "más acostumbrado a las trampas".
Según publicaciones de Página 12 e Infobae,
Bidone aseguró que Stornelli arregló de antemano con la fiscal Alejandra Mángano que le tomara declaración. Pero no sólo eso: quien investiga la causa de los cuadernos no sólo fue a ver a Mángano minutos antes de la declaración del fiscal de Mercedes, sino que
organizó que la manipulación de esa declaración mediante una falsedad coaccionada: Bidone no debía decir que Stornelli y Marcelo D'Alessio se conocían desde hacía tiempo, más precisamente desde la causa del Gas Natural Licuado (GNL).
Cuando detuvieron a D'Alessio "completamente desorientado por lo que había pasado", Bidone relató que fue a Comodoro Py y se presentó en la fiscalía a cargo de Mangano, que intervenía en la denuncia de Stornelli contra el falso abogado. "Pensé que podía ser el órgano judicial más adecuado. Hoy entiendo que me equivoqué porque pasé a ser el foco principal de atención al menos en lo que respecta a miembros del poder judicial", dijo, según Infobae.
Sin embargo, contó que antes de ir a lo de Mangano pasó por el despacho de Stornelli. "En esa charla él me preguntó qué era lo que me había pasado (…) Hablando con Stornelli él me dijo algo así como que 'a mí me embaucó o me cagó'". Según Bidone, el fiscal declarado rebelde quiso saber desde cuándo D'Alessio había dicho que lo conocía, a lo que él respondió que desde la causa de gas licuado.
En este punto aparece el escandaloso accionar del ex empleado de Macri:
"Stornelli me dijo 'yo lo conozco hace dos o tres meses nada más'", a modo de negación de la respuesta de D´Alessio. Y Bidone siguió:
"Se retiró, fue a hablar con la doctora Mangano para que me reciba, volvió a los pocos minutos y antes de yo salir de su despacho me hizo una referencia que me llamó la atención y por eso la quiero manifestar. Me hizo un gesto como inclinando la cabeza de un lado a otro y me dijo 'fijate si no te preguntan desde cuándo me conocía, por ahí no hace falta que lo digas'. Yo me quedé sorprendido porque no tenía un grado de confianza para él me dijese algo así".
Luego, en su testimonial ante Mángano, efectivamente Bidone no hizo ningún tipo de referencia a Stornelli. La fiscal tampoco le preguntó. Solamente lo dejó hablar. De hecho, que el fiscal de Mercedes declarase ante Mángano ya es no menos que llamativo. En primer lugar, porque correspondía mandar a Bidone a declarar ante el juez competente en ese momento, Ramos Padilla. En segundo lugar, porque Bidone ya estaba imputado por haber provisto de información a la asociación ilícita, por lo tanto resulta asombroso que se le tomara declaración como testigo.
¿Qué quiso hacer Stornelli?
Mostrar que su relación con el falso abogado era poco profunda, que se veían ocasionalmente. Y, al negar la versión de D´Alessio sobre la extensión de su vínculo, esconder que D'Alessio declaró como testigo con identidad reservada en la investigación del GNL para salvar ese expediente, ya que se había comprobado que se armó con un peritaje trucho.
Además,
la declaración de ayer de Bidone demuestra la relación estrecha de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con el caso, al punto que Bidone fue a la central de espías y también estuvo presionado por Elisa Carrió para que imputara a Aníbal Fernández por el caso del triple crimen de General Rodríguez.
Según dijo, cuando el gobierno de Macri llegó a la Casa Rosada, hubo una reunión –a la que él no fue- en donde la gobernadora
María Eugenia Vidal, los ministros de Seguridad
Patricia Bullrich (Nacion) y
Cristian Ritondo (provincia) y el director de la AFI
Gustavo Arribas se encontraron para determinar qué hacer.
Pocos días después ocurrió la fuga de los tres acusados y su cinematógrafica captura a principios de enero de 2016.
Bidone fue convocado a la sede de la AFI, a metros de la Casa Rosada, para una reunión "con la doctora (Silvia) Majdalani y el doctor Arribas (…) En esa reunión se me preguntó si podía informarle sobre la situación procesal y un poco las circunstancias de la causa del triple crimen de la que según ellos no estaban al tanto y de la captura pendiente de (Ibar) Pérez Corradi. Los puse al tanto de la situación que me pedían y ellos me dijeron que contara con la colaboración de la agencia para esta investigación".
"En junio sin yo haber llamado ni convocado a nadie aparece el señor Rolando Barreiro diciendo que lo había enviado la agencia para colaborar. Hoy estoy convencido que su única intención era meterlo o introducirlo al señor Marcelo D'Alessio". Tras remarcar que el falso abogado sabía de narcotráfico, afirmó: "No sospechaba que D'Alessio me estuviera engañando. Lo pude detectar recién cuando yo mismo me pregunté después de quedar él detenido 'Quién era Marcelo D'Alessio'".
Habló de sus palabras sobre vinculación con la DEA y de cómo, haciéndole creer que era una pista del triple crimen, le pidió intervenir informes de salidas y entradas del país de Pedro Etchebest, el empresario agropecuario que dio origen a la causa de Dolores. "Hoy maldigo el momento", dijo.
Luego, llegó la conocida extorsión a Etchebest por parte de D`Alessio a nombre de Stornelli, la detención del falso abogado, la ida de Bidone a Comodoro Py y el arreglo de Stornelli con la fiscal Mangano para limpiar su rol en la operación por el GNL y todo lo que de allí surgiera respecto de su trabajo con D´Alessio.
"Yo siempre tomé como un desafío, yo siempre supe y lo dije que ese crimen no terminaba en esas cuatro personas condenadas sino que había una situación o cuadro relacionado con la política y con los servicios de inteligencia que debían ser investigados.
Entiendo que generó malestar o incomodidad en algunas personas de la agencia Federal de inteligencia que son las que me terminan infiltrando", completó Bidone, respecto del rol de la AFI y el triple crimen.
Ahora,
Ramos Padilla deberá definir la situación procesal de Bidone, quien a pesar de no haber conseguido convertirse en arrepentido por las trabas impuestas por el fiscal Juan Pablo Curi, aceptó ser indagado. El juez tiene dos caminos posibles: considerarlo partícipe necesario de los delitos que se investigan o considerarlo integrante de la asociación ilícita.
En cuanto al insólito accionar de Curi, Bidone lo recusó y pidió que sea apartado. Su defensa, a cargo de Diego Álvarez Bognar, reveló el aporte que prestó el fiscal de Mercedes y que –a su criterio- demostraba que su cliente cumplía las condiciones para ser aceptado como imputado-colaborador.
"De ese aporte no puede dudarse si se tiene presente que se sindicó, entre otras cosas, a las dos autoridades más relevantes de la AFI como promotoras de la infiltración que en mi fiscalía concretó Marcelo D'Alessio; se aportaron distintos datos que comprometen información con la que se contaba en la causa, como es el caso de la doctora Robles (…); se precisó que D'Alessio insistía, según él a pedido de la doctora Carrió, para que involucrara en los hechos relacionados al tráfico ilegal de la efedrina al doctor Aníbal Fernández; y que el Dr. Stornelli conocería a D'Alessio mucho antes de lo que admitió públicamente", argumentó el letrado.
Dijo que "sin lugar a dudas" el fiscal de Mercedes "precisó eventos agregando datos que no eran conocidos hasta ese momento por la instrucción, colaborando de este modo a esclarecer el hecho objeto de la investigación". Y opinó que
"siendo tan contundente lo expuesto no puede dudarse que el doctor Curi excedió las amplias facultades discrecionales" e incurrió en una "postura totalmente arbitraria" que "muestra la pérdida de objetividad" en la causa.
Ramos Padilla también deberá resolver qué hace con Curi. El juez y el fiscal ya se cruzaron no sólo por la posibilidad de aplicar la ley del arrepentido en la causa (un espía ya quiso declarar bajo esa figura) sino también por la polémica de la competencia entre Dolores y Comodoro Py para llevar adelante la investigación.
CARRIÓ, SU ROL EN LA BANCA Y SU OBSESIÓN CONTRA ANÍBAL FERNÁNDEZ
Bidone dijo que, según D'Alessio, la diputada "Lilita" Carrió
"insistía en involucrar en el tráfico ilegal de la efedrina" al ex jefe de Gabinete kirchnerista Aníbal Fernández. Habló también del malestar que su investigación por el triple crimen y sus sospechas en torno a que había más responsables libres había generado en algunos sectores de inteligencia.
Contó, además, que D'Alessio le decía que mantenía reuniones con Carrió, aunque inicialmente la relación era con Paula Oliveto y ésta le había mencionado al falso abogado que estaba muy enojada,
"que lo quería hacer mierda (a Bidone), por no haber imputado a Aníbal Fernández" en la causa de la efedrina y que "ella lo quería vincular a toda costa". Ante esto, el fiscal de Mercedes aclaró que "no existían pruebas en su contra y no cedí a la presión de D'Alessio".