Como ya no es sorpresa en la Argentina, cuando se acelera el calendario electoral proporcionalmente se aceleran algunas decisiones de la justicia. En este caso, sólo en un día
la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal que hegemonizan jueces abiertamente cercanos al Gobierno ordenó que Luis D´ Elía vuelva a la cárcel, mientras que el polémico Claudio Bonadio dio un paso en su embestida al kirchnerismo en la causa de los cuadernos y liberó a Carolina Pochetti, la viuda del ex secretario de Néstor Kirchner que el magistrado tiene como su nueva "arrepentida" estrella.
EL CASO D´ELÍA
La Cámara Federal de Casación Penal ordenó hoy el
inmediato cumplimiento de la condena a tres años y nueve meses del dirigente social kirchnerista por la toma de la Comisaría 24 de La Boca, lo que implicaría que el tribunal oral no puede dilatar la detención. Sin embargo, debido a que resta que se evalúe la salud de D´Elía,
la decisión del TOF 6 sobre el regreso a prisión o el cumplimiento domiciliario sería a partir del lunes.
La defensa del militante de MILES había pedido el beneficio de prisión domiciliaria y estaban diligenciándose las actuaciones para verificar su estado de salud. Sin embargo, la Sala III de Casación resolvió hoy rechazar una "nueva e improcedente" presentación formulada por los abogados de D'Elía.
Los jueces
Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques dispusieron devolver las actuaciones al Tribunal Oral Federal 6 para que se cumpla de inmediato la pena impuesta contra el dirigente piquetero.
Mahiques llegó a la Casación con el apoyo del macrismo, sin concurso y a través de un polémico decreto presidencial, y antes había sido ministro de Justicia de María Eugenia Vidal. Lo ayudaron el Consejo de la Magistratura, que actualmente integra su hijo Juan Bautista, y Catucci, su compañera de sala, que lo apoyó con su voto en la CFCP.
Riggi, por su parte, es un juez acusado de pertenecer al Opus Dei y de tener buenas relaciones con la corporación militar, que recibió un fuerte favor de Jorge Rafael Videla, que fue denunciado a raíz de una escucha que evidenciaba maniobras para beneficiar a José Pedraza y que en los 90 fue impulsado para llegar a Casación por Carlos Menem.
BONADIO Y LA LIBERACIÓN DE SU ARREPENTIDA DE MODA
El juez federal apodado "Pistolero" ordenó liberar a Carolina Pochetti, viuda de Daniel Muñoz, y a Carlos Gellert, en el marco de la investigación conocida como las fotocopias de los cuadernos del chofer.
El magistrado resolvió excarcelar a estos dos imputados, que se habían convertido en "arrepentidos" tras aportar datos que sirvieron a Bonadio para avanzar en su embestida contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Pochetti fue detenida en octubre de 2018. Semanas atrás declaró ante los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli, hoy investigado por extorsionar empresarios imputados, sobre cómo era la supuesta relación de Muñoz con Néstor Kirchner.
En su testimonio en calidad de imputada colaboradora, Pochetti explicó que Muñoz renunció a su cargo como secretario de Kirchner en 2010 pero que siguió trabajando para el ex mandatario hasta la muerte de este, ocurrida en octubre de ese año.
"Luego de que renunció (Muñoz) yo accedí a casarme con él porque pensé que él iba a tener más tiempo para dedicarle a la familia. Pero mi marido siguió yendo casi todos los días a Olivos a trabajar con Néstor Kirchner. Al menos era lo que él me decía. Puede ser que hasta se haya trasladado en vehículos oficiales, no recuerdo bien, pero eso siguió pasando. Al renunciar él siguió siendo el secretario de Kirchner pero sin que sea oficial, y lo hizo hasta el día de su muerte. Luego Muñoz dejó de ir a Olivos y creo que no trabajó para Cristina Fernández o por lo menos no me lo dijo. El jefe de mi marido era Kirchner", contó ante Bonadio.
Además,
la viuda del ex secretario presidencial sirvió a los intereses de Bonadio y el macrismo al declarar que había sobornado al magistrado Luis Rodríguez para que beneficiara a ella y su marido en una causa en la que los investigaba. El juez había sido apartado del caso por “falta de fundamentación” al eximirlos de prisión.