El proyecto presidencial de
Alfredo Olmedo, el hombre de la campera amarilla que quiere llegar a la Casa Rosada en mímesis del perfil de Jair Bolsonaro y bajo la captación del voto conservador desencantado de
Mauricio Macri,
se hizo en poco más de 24 horas de una buena y una mala noticia: se le bajó su festejado candidato a vicepresidente, Juan Bautista "Tata" Yofre, el exjefe de la Side de Carlos Menem, pero se quiere sumar a su armado el hijo de un genocida preso que coquetea con Cambiemos desde 2015.
La fórmula de Alfredo Olmedo - Juan Bautista Yofre duró sólo 11 días, ya que el ex espía decidió bajarse del proyecto presidencial que encabeza el diputado salteño.
"No voy a ser su vice ni su jefe de campaña. Me bajé, pero no quiero empezar a hablar", le dijo el "Tata" al diario Perfil. Y agregó como breve explicación:
"Somos personalidades distintas".
Olmedo lo había presentado como una persona "capaz, equilibrada de sapiencia, integra, transparente y de suma confianza". De hecho, Yofre había participado de diversas actividades con el diputado nacional en la Costa Atlántica e incluso se fofografiaron con una pala amarilla, el color que identifica al salteño.
Según publicó hoy el sitio LPO,
Maximiliano Patti, hijo nada más y nada menos que del genocida preso Luis Abelardo Patti, se postulará desde su partido vecinalista para intentar ser intendente de Escobar, pero en medio de una negociación para ir colgado de la boleta de Olmedo.
Patti intentó ser el candidato a intendente de Cambiemos en Escobar en 2015, pero Macri le negó el lugar. Luego, fue aspirante a concejal por el partido “Todos Por Buenos Aires”, lista 298, en 2017. En aquel entonces, seguía elogiando al macrismo y decía que la gestión de su padre en Escobar le daba “un punto extra” y que Luis Abelardo es “un preso político”.
Según el mismo medio, Patti ya arrancó la campaña, en un distrito complejo para Cambiemos donde el peronista Ariel Sujarchuk irá por la reelección, mientras en el macrismo el candidato con mayor peso es Leandro Costa, aunque también suenan nombres como el del dueño del Noble Repulgue, Mariano Castagnaro, y el michettista Walter Klix.
