Los problemas financieros del Gobierno y sus promesas incumplidas atentan gravemente contra el deseo y la necesidad del Ejecutivo de "tranquilizar el mercado", mejorar su calificación y lograr volver a atraer inversores. Es que
un puñado de poderosos fondos de inversión -entre los que se destacan Templeton y BlackRock- a los que acudió y auxiliaron al entonces secretario de Finanzas, Luis Caputo, poniendo dólares frescos para comprar deuda bajo la garantía de que el billete verde frenaría cuando en mayo comenzaba la crisis cambiaria, están enojados. La divisa no sólo paró, sino que explotó y los hizo perder unos USD 3 mil millones en unos pocos meses en Argentina, por lo que apuntan a Mauricio Macri y tiembla el mercado.
En primer lugar
Franklin Templeton, y luego
BlackRock y
Alliance Bernstein, fueron los grandes compradores de los Bonos del Tesoro (BOTEs) que promocionó "Toto" Caputo cuando, en su afán por evitar que el dólar superara los $25 el 15 de mayo, los instó a tenderle una rueda de auxilio al Gobierno. En ese momento, comenzada la primera ola de la corrida, el Banco Central que encabezaba
Federico Sturzenegger, enfrentaba un supervencimiento de Lebacs mientras el dólar se aceleraba.
El Caputo ministro de Finanzas consiguió convencer a Templeton y BlackRock de soltar unos USD 3 mil millones, cuando la divisa saltaba a $25,50, para posicionarse en Bonos del Tesoro (BOTEs), que adquirieron por $73.249 millones de dos instrumentos a tasa fija a 2023 y a 2026.
Con una tasa pactada de 20% anual en pesos y con el dólar del Caputo titular del Banco Central rondando desde la semana pasada los $40, hasta el jueves solo por la variación de monedas, Templeton -dirigido por el financista Michael Hasenstab- llevaban perdidos USD 930 millones por la operación rescate. Pero como fueron bonos emitidos a medida de estos fondos, por el actual contexto no encuentran comprador y su precio de mercado se desploma, lo que
según cálculos del Financial Times del Reino Unido amplía las pérdidas, que escalarían hasta los UD1.230 millones.
Entre los grandes tenedores de deuda argentina se encuentra Pimco -que en marzo pasado manejaba papeles argentinos por USD 5.300 millones-, pero la lista de mayores acreedores se completa con los mencionados BlackRock y Templeton, pero también Goldman Sachs Asset Management y Fidelity.
"Compraron $2.6bn sólo en mayo y eso ahora vale $1.5bn. Algo vendieron, pero les va a costar salirse, es un mercado cero líquido. Nadie los quiere esos bonos", le consignó un operador bursátil al portal LPO, mientras que otro corredor describió a los fondos como "furiosos" y que "necesitan salir" pero
"no se los venden a nadie", porque "el mercado entró en pánico".
"A mí me parece que pueden estar muy enojados, pero no me imagino que ese enojo individual de los inversores pueda trasladarse al manejo de carteras. Se trata de los fondos más prestigiosos del mundo", discrepó un tercer operador.
Con la llegada de Macri a Casa Rosada y la apertura extrema al mercado de capitales mundial sumada al fuerte endeudamiento, Argentina se había en uno de los lugares más atractivos de los mercados emergentes. Pero tras la devaluación, que continúa y de hecho parece imparable, los gestores de fondos muestran cautela a la hora de exponerse aún más al país.
De hecho,
Standard & Poor's advirtió bajó la calificación crediticia de Argentina de neutral a negativa y advirtió que por el miedo a que el desplome del peso pudiera poner en peligro el programa económico del Gobierno esa nota podría bajar aún más, lo que se abriría la chance de una rebaja en la nota soberana del país.
"Hasta que no exista algo tangible, la gente preferirá perderse la primera parte del repunte a intentar coger un cuchillo cayendo", señaló Federico Kaune, responsable de deuda de mercados emergentes de UBS Asset Management. Y agregó que
"la gente ya se ha quemado en varias ocasiones con Argentina".
Es que con el dólar a $25, Caputo les prometió estabilidad e, incluso, que podía bajar a alrededor de $23. Al Caputo titular del BCRA la realidad le dio un golpe y ahora Nicolás Dujovne viaja a EEUU para convencer al FMI de que, con el ajuste al ajuste, la economía se estabilizará pero que es necesario el gesto por parte del organismo de habilitar mayor liquidez de fondos a disposición.
Datos publicados por el Cronista al momento de la adquisición de estos bonos, señalaban que Franklin Templeton -cuyo socio en Argentina era el fondo SBS conducido en ese entonces por el hoy vicepresidente del Banco Central,
Gustavo Cañonero- era dueño del 44,7% de los BOTE 2023 en circulación y del 57,32% de los BOTE 2026. Mientras que BlackRock tenía el 3,6% y el 2,51% de ambos títulos respectivamente y Alliance Bernstein 10% y 2,52%. No solo de estos dos títulos, sino que también adquirieron BOTE 21, 46% en manos de Templeton, 522% de Alliance Bernstein y 2,92% de BlackRock.
Estimaciones difundidas dos semanas atrás por Página 12, estimaban que Templeton concentra USD 6.200 millones de deuda argentina, mientras que BlackRock tiene USD 3.700 millones adicionales. Solo Allianz SE los superaba, con USD 6.400 millones.