Un niño de 11 años que iba en una moto junto a un amigo fue asesinado de un balazo en la nuca luego de que la Policía de Tucumán intentara detenerlos
por “circular de forma sospechosa”. Desde distintos organismos de derechos humanos advierten que
el cambio en el protocolo de seguridad impuesto por el Gobierno nacional produjo en esa provincia al menos cuatro víctimas de casos similares en lo que va del año.
El conductor, Juan, un chico de 14 años, terminó con una herida leve en la cabeza causada por la bala que salió por la frente su amigo fallecido. “A mi amigo lo mataron los policías, yo me salvé por milagro”, aseguró Juan al diario La Gaceta. S
Según la versión del gobierno tucumano, “Motoristas del 911” que patrullaban por la zona del parque 9 de Julio divisaron a tres motocicletas que, para la mirada policial,
“circulaban de forma sospechosa”. Cuando los agentes “iniciaron la persecución”, los jóvenes habrían comenzado a “hacer disparos con armas de fuego” y eso fue
“lo que obligó al personal policial a repeler la agresión”.
Por el contrario, Juan, sostiene lo contrario y relata que él y su amigo fallecido, Facundo Burgos, volvían de una picada de motos que se corre en una vieja terminal de colectivos, cuando se les cruzaron tres motos perseguidas por policías.
Al llegar al cruce de Avellaneda y Río de Janeiro, su amigo cayó baleado y él herido en la pierna y en la cabeza.
Burgos fue trasladado al Hospital Padilla, donde murió a las 4:30 de la madrugada producto del proyectil le dejó un orificio de entrada y otro de salida.
Los peritos tratan de determinar de qué arma provino el disparo. Juan quedó detenido durante varias horas hasta que su defensa presentó un hábeas corpus.
Sin embargo, los dos agentes que habían sido detenidos quedaron en libertad. Es que en las últimas horas, los esfuerzos de la Policía provincial se concentraron en responsabilizar a los chicos de haber iniciado “el enfrentamiento”. En diálogo con Página 12, Matías Pisarello, responsable del área de Seguridad y Derechos Humanos Andhes, aseguró:
“No tengo dudas de enmarcar en hecho en un caso de ‘gatillo fácil fogoneado’ por la ‘doctrina Chocobar’”.