“Para todos los que se sientan parte del movimiento nacional y popular, la consigna es: todos unidos por una Patria justa, libre y soberana”. Así concluía el documento que apuntaba a fortalecer la unidad del peronismo bonaerense de cara a las próximas elecciones. Sin embargo,
el encuentro en el centro cultural Caras y Caretas –en el centro porteño- quedó signado por la tensión, ante la decisión de unos 30 intendentes de los grupos Fénix y Esmeralda de no participar de la reunión ampliada con los partidos del Frente para la Victoria. Si bien el liderazgo de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no está en disputa, el dilema gira en torno a quién y cómo arma las listas, a 40 días de su cierre.
Más de 150 dirigentes se dieron cita en el centro cultural, con la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y el diputado Máximo Kirchner a la cabeza. Además de dirigentes del PJ y de La Cámpora, hubo presencias de fuerzas aliadas como Nuevo Encuentro, Kolina o Miles. Entre los asistentes estuvieron intendentes como Jorge Ferraresi, Mario Secco, Juan Ustarroz, Walter Festa y Francisco Durañona, así como los jefes de bloque de diputados bonaerenses, Juan José Mussi, y nacionales, Héctor Recalde, entre otros.
La novedad, sin embargo, no estuvo en las presencias sino en las ausencias. Alrededor de 30 intendentes que habían comprometido su asistencia decidieron pegar el faltazo y armar un encuentro por separado. Argumentaron que el motivo fue la presencia en la platea de figuras como el dirigente de Miles Luis D’Elía y el ex vicepresidente Amado Boudou.
Pero el principal factor de discordia está puesto en las listas, cuyo cierre se acerca. Los intendentes “rebeldes” consideran que su peso territorial puede ser determinante y quieren que eso se reconozca a la hora de los armados.
Reclaman, concretamente, tener poder de intervención en la confección de listas provinciales y nacionales. Según reconstruyó Infocielo, fueron los jefes comunales Ariel Sujarchuk, Martín Insaurralde, Julio Pereyra, Alberto Descalzo y Juan Pablo de Jesús quienes orquestaron la no participación en el Caras y Caretas.
El desplante es más una jugada política que una ruptura. Tras no asistir a la reunión, los intendentes que habían acordado el documento de unidad pero luego dieron un paso al costado del encuentro pidieron una reunión con la ex jefa de Estado, cuyo liderazgo no cuestionan. Tal cita podría tener lugar el fin de semana.
