Foto: Gustavo Molfino.
Mientras crece el repudio sobre el fallo de la Corte Suprema que habilitó la aplicación del beneficio del 2x1 a genocidas, un represor que llevaba tres años prófugo fue capturado en plena Capital Federal. Llevaba consigo datos que indican que estaba interesado en rastrear a un abogado querellante en juicios de lesa humanidad: tenía su dirección laboral en la billetera.
Marcelo Cinto Courtaux fue un importante oficial de Inteligencia del Ejército que siguió actuando hasta los últimos años de la dictadura y estuvo tres años prófugo, luego de pedir a la Justicia una prórroga de su indagatoria. Courtaux, de 69 años, fue buscado incluso en distintos países hasta que, el sábado pasado, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvo en un locutorio de Pueyrredón y Santa Fe, en plena Ciudad de Buenos Aires.
El represor, por cuyo paradero se ofrecía una recompensa de 500 mil pesos desde 2014, estaba siendo investigado por los hechos originados desde el Batallón 601, la Jefatura de Inteligencia del Ejército y el Comando de Institutos Militares (Campo de Mayo), acusado de secuestrar, torturar y asesinar a cerca de 100 militantes montoneros que formaron parte de la acción política conocida como la Contraofensiva, entre 1979 y 1980.
Una de sus víctimas fue Noemí Gianetti de Molfino, secuestrada en Perú en 1980 y asesinada en España. Ayer su hijo, el reportero gráfico Gustavo Molfino, se mostró esperanzado respecto de la continuidad de este proceso, que ya fue elevado a juicio oral cuando la jueza cerró la etapa de instrucción. Aunque pueda demorar en concretarse, Courtaux estará en el banquillo de los acusados y, mientras tanto, no podrá gozar del beneficio del arresto domiciliario por haberse dado a la fuga.
Cuando lo capturaron, en la billetera de Cinto Courtaux había un recorte periodístico del abogado de Derechos Humanos Pablo Llonto, con su foto y una indicación del lugar de trabajo, la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Cuando el fiscal en la indagatoria le consultó sobre ese material, respondió: “Es que quería saber lo que opinan todos”.
“En el marco de lo que ocurrió la semana pasada con el fallo del 2x1, este hallazgo levanta ánimos, no se afloja ni un centímetro la lucha, la búsqueda de los demás prófugos imputados por delitos de lesa humanidad no se detiene”, dijo Llonto a Página 12.