La Iglesia se encamina a realizar un pronunciamiento en favor de la reconciliación, abonando la teoría de los dos demonios en relación a la última dictadura cívico-militar. Desde hoy y hasta el próximo sábado, la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), con una centena de obispos, recibirá los testimonios directos de un grupo de familiares de desaparecidos y de militares. Apuntan a dar un mensaje directo sobre la necesidad de “reconciliación”.
Encabezados por su presidente, el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, la CEA se reunirá en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de la localidad bonarense de Pilar.
"Hace tiempo que los obispos piden en las asambleas disponer de un tiempo para tener una mirada sobre el período histórico, en orden a la reconciliación", argumentó una fuente vinculada a la conducción episcopal, según consignó el diario La Nación. “Es una primera etapa y la idea es escuchar. Más adelante se darán otros pasos, como el diálogo entre ellos", agregó.
La avanzada reconciliatoria no tardó en despertar repudios en los referentes de los organismos de Derechos Humanos. Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, cuestionó duramente la iniciativa eclesiástica.
"Estamos cansadas de tanto caminar, 40 años cumplimos, ¿y este es el regalo que nos da el Papa, en vez de abrir de una vez por todas esos archivos?", indagó.
Destacó que la Iglesia fue "partícipe –y no sólo cómplice- del terrorismo de Estado" y exigió "basta de hipocresías y de patrañas". En declaraciones a Radio Con Vos, Cortiñas consideró que esa actitud de los prelados, más que estar dirigida a sanear heridas, "es una hipocresía más; es querer tener figuración en el mundo, pero con mentiras". "Es hora de que se dejen de patrañas, de hipocresías; basta de hipocresías de esta Iglesia Católica Argentina", repudió.
"Ellos (los integrantes de la Iglesia) entraban en los campos de concentración y palmeaban a la gente sangrante, torturada, diciéndoles que hablaran, si no, seguía la tortura", enfatizó la referente de Madres. "Ellos participaron del horror y ellos saben la verdad. Qué digan la verdad, que colaboren en la verdad que estamos pidiendo. Y que ayuden para que se apuren los juicios y que no quede ningún genocida impune", reclamó. Además, insistió sobre la ausencia de autocrítica por parte de la institución:
"Nunca pidió perdón, ni dijo 'nosotros fuimos partícipes de ese terrorismo de Estado'".