Luego de que trascendiera que la gestión de Mauricio Macri está a punto de concretar una
transacción con Estados Unidos que implica la mayor adquisición de armamento de los últimos 40 años,
la respuesta oficial del Gobierno fue que se gestionó ante ese país una “donación” de material de uso militar y no una compra de armas, con el fin de “mejorar la seguridad en zona de frontera y combatir al narcotráfico”.
La versión de la “donación” fue confirmada por fuentes oficiales a la agencia Noticias Argentinas, tras la
polémica desatada por la difusión de una nota enviada por el embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, al congresista Peter Visclosky, en la que adjunta un listado de armamento militar requerido para "combatir el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado" y participar de misiones de paz.
"Siempre se trata de donaciones y no de compra de armas. Se le puede pedir un montón de cosas, pero hay que ver cuánto dona Estados Unidos", indicaron a NA fuentes oficiales respecto a la nota, en la que figuran
aviones de caza, tanques de guerra, misiles de mediano y largo alcance y helicópteros similares a los utilizados durante la guerra de Malvinas.
Según trascendió, el pedido fue en principio incluido en un planteo de los diputados Eduardo Amadeo y Luciano Laspina, de Cambiemos, a una Comisión de Presupuesto del Parlamento estadounidense que se encarga de establecer las donaciones de material militar a otros países y luego incorporado formalmente en la nota elevada por el embajador Lousteau.
El requerimiento indicaba que la Argentina se encuentra ante "una situación paupérrima en materia de equipamiento militar para misiones de paz, para el escudo norte en la lucha contra el narcotráfico y en las fronteras en materia de seguridad", por lo que se solicitó que se considerara a la Argentina "dentro de las donaciones que ellos hacen como un país que merece este apoyo".
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