El presidente
Mauricio Macri viajó a España con el argumento central ya utilizado anteriormente de la necesidad de "volver al mundo" tras años de "aislamiento". Sin embargo,
disparó allí varias opiniones que parecen insólitas bajo la lupa sostener relaciones diplomáticas serias.
En una entrevista con el escritor peruano
Mario Vargas Llosa,
Macri juzgó que la situación en Venezuela "muestra que siempre hay un escalón más hacia el infierno". Lo dijo en el marco de criticar, sin aludir a la situación comparable de Milagro Sala en la Argentina, la
"situación brutalmente injusta" de la detención de
Leopoldo López, dirigente opositor detenido en Venezuela cuando participaba de una manifestación y realizaba desmanes.
Pero lo más polémico llegó cuando el líder PRO sugirió la necesidad de interrumpir sin más demoras el proceso democrático en Venezuela:
"La sensación es de impotencia, porque aún hay gobiernos del mundo que caen en eufemismos y quieren dar más tiempo al gobierno de Nicolás Maduro".
"Hace un año todos me decían que estaba en una situación terminal, que no podía estar peor. Pero ahora está en una situación mucho peor", intentó justificar.
En otro tramo, Macri insistió con sus críticas a otros países y presidentes, y de forma increíble se la agarró con los Estados Unidos de
Donald Trump. Tras el sinuoso camino de apoyar a Hillary Clinton y luego forzar dos llamados telefónicos,
el mandatario argentino insinuó que el plano de lo global el magante norteamericano es el pasado y que ganó las elecciones "por los miedos al cambio" que "manejan elecciones".
"Estamos en un mundo de cambio y esos miedos manejan elecciones como el Brexit y Estados Unidos", disparó, y completó:
"Estamos yendo hacia donde venía el mundo y se quiere ir, y es paradójico".
"Ya probamos esto de aislarnos, querer vivir con lo nuestro, de fórmulas mágicas, y no funcionara", volvió a destacar Macri, mientras que, al contrario, la Argentina
"es el ejemplo de países que experimentaron la siguiente ola".
Finalmente, el Nobel de Literatura quiso hablar sobre corrupción y el escándalo de corrupción Lava Jato con el exjefe de Gobierno porteño, en el que está imputado el actual titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Gustavo Arribas, denunciado por recibir giros por más de 500.000 dólares, de los cuáles él sólo admite haber percibido 70.000 dólares por ventas que realizó en San Pablo.
Curiosamente, Macri pidió
"hacerle un monumento" a Odebrecht, la constructora brasileña de rol central en el giro de coimas. Para el mandatario,
"nada contribuyó tanto a conocer la corrupción" como esa firma, por lo que llamó a homenajearla.
