El proyecto impulsado por las organizaciones sociales y que fue presentado en el Senado de la Nación por el bloque FpV-PJ, ya se convirtió en ley tras ser aprobado en Diputados casi por unanimidad ya que obtuvo 227 votos a favor, cuatro abstenciones y solo un voto en contra.
El 23 de noviembre los ministros Jorge Triaca y Carolina Stanley, junto al jefe de la bancada PRO, Nicolás Massot, habían firmado con los representantes de los movimientos sociales Barrios de Pie, Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista Combativa (CCC). Esta reunión fue la base para redactar los 12 artículos del proyecto de ley.
El Frente de Izquierda fue el único bloque que se abstuvo en la votación. Néstor Pitrola criticó la iniciativa por ser una “nueva versión del asistencialismo” y
le pegó duro al Gobierno, la CGT y los movimientos sociales firmantes: "Estatizaron al movimiento obrero y a las organizaciones populares".
Por su parte desde el oficialismo, Luciano Laspina señaló que "reconocemos la emergencia social porque lo primero que hemos hecho es poner de pie el nuevo Indec para saber que la pobreza en nuestro país es del 32%.
Hemos heredado una crisis social dramática”.
Entre las voces que se destcaron en la sesión, figura la de Héctor Daer, diputado por el Frente Renovador y parte del triunvirato que conduce la CGT:
"El Gobierno debe hacerse una autocrítica con vistas a los ajustes de las políticas del Gobierno anterior pero lo único que logró es el aumento de la pobreza".
Graciela Camaño calificó al proyecto de Emergencia Social como
"el mea culpa más vergonzoso de la política". Además se lamentó al preguntarse: "¿Qué hemos hecho para que, hasta en épocas de crecimiento incluidas, siempre hayamos sido una fábrica de pobres?".
