Fue uno de los grandes anuncios de la campaña de Cambiemos: el Plan Belgrano fue publicitado como un programa para llevar desarrollo social, productivo y de infraestructura a las provincias del norte argentino. Sin embargo,
a casi diez meses de gobierno, en torno al plan sólo hay dudas e internas, poco presupuesto destinado de forma directa y menos precisiones sobre obras concretas.
Según publicó el diario La Nación, una de las fuertes internas entre radicales y macristas al interior de la alianza Cambiemos se da en torno al Plan Belgrano.
Por un lado, los ministros de Interior y Transporte, Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich. En la vereda de enfrente, el radical José Cano, titular de la denominada Unidad Plan Belgrano. Una de las manifestaciones de esta puja se dio en cada anuncio que realizó el Gobierno en relación al Plan: siempre fueron los ministros quienes dieron las buenas noticias, relegando a Cano a un segundo plano.
El tucumano por el momento no manifestó su enojo. Tal vez porque hay otras cuestiones en juego. De acuerdo a documentación reflejada por el portal Nestornautas,
el tan publicitado Plan Belgrano tiene asignados apenas el 1,32 % de los recursos de la Jefatura de Gabinete: poco más de 86 millones de pesos. A su vez, casi el 67 por ciento de ese monto se destinaría a los sueldos. Las obras, en cambio, quedarían en manos de distintos ministerios. Así, el rol de Cano quedaría en un mero acto de seguimiento.
Esto fue señalado recientemente por el diputado salteño Pablo Kosiner, durante el debate sobre el Presupuesto 2017. "No entendemos por qué el Plan Belgrano no tiene imputación propia en el Presupuesto. El Presidente lo nombra en su discurso pero no podremos obtener información en ningún lado ni que nadie diga qué representa", señaló Kosiner, según publicó Letra P. "Hay que replantear la discusión de qué es el plan Belgrano. Hasta ahora es una simple planilla de Excel", disparó el salteño.