Once y media de la mañana del jueves 4 de agosto en Casa Rosada, Joel Whitten, vicepresidente ejecutivo de Distribución y Marketing de Turner Latinoamérica, Whit Richardson, jefe de nuevos negocios de Turner y Víctor Roldan, vicepresidente de Asuntos Públicos de la empresa llegaron a la Casa de Gobierno para reunirse con el Presidente de la Nación, el secretario de presidencia Fernando De Andreis y el director del Fútbol Para Todos Fernando Marín. El motivo no es político, pero es igual de importante en terminos económicos:
es el futuro de los derechos de televisación de los partidos del fútbol argentino.
Según pudo averiguar Política Argentina calificaron a la reunión como "muy positiva" y los agentes de la empresa pudieron llevarse la autorización oficial para que la compañía haga su oferta y avance por la adquisición de los derechos hasta 2019 cuando finaliza el vínculo con el Estado. Luego armarían un nuevo contrato por 15 años.
De todos modos, el Gobierno sentó su posición y no quiere monopolizar el reparto de la televisación solamente en el gigante estadounidense, sino que quiere incorporar al juego al Grupo Clarín, DirecTV e ESPN junto con AFA TV. Además en la mencionada reunión se habló sobre la posibilidad de incorporar nuevos sponsors, que vendrían de la mano de Turner para alimentar la inversión en el fútbol argentino, como así también renegociar el contrato con Adidas.
La puja por el reparto de fondos
En medio de la negociación con Turner
y la búsqueda de rescindir el contrato del FPT, el Gobierno busca poner sus condiciones sobre el dinero que desembolsará para el próximo año. Los 1800 millones que acordó desembolsar el Estado para financiar el fútbol en la temporada 2016/2017, se desdoblarán en 900 mil por cada semestre. Pero, ¿qué buscan imponer desde la Casa Rosada?
Los primeros 300 millones ya fueron transferidos a la AFA, pero apareció un acta de acuerdo de regulación de fondos por parte del Estado. Armando Pérez, Javier Medin y Carolina Cristinziano, firmaron el acuerdo como representantes de la Comisión Normalizadora nombrada por la Federación Internacional de Fútbol Asociado,
pero no pudo efectivizarse porque Pablo Toviggino, presidente del Consejo Federal y cuarto miembro del grupo colegiado no firmó por la crisis que viven los clubes del ascenso.
La deuda de tres meses de la televisión, más la dura situación por el alto costo de los operativos policiales - promesa del Gobierno de afrontar los costos -, y de los largos viajes que deben hacer los equipos, tema por el cual el ministro de Transporte Guillermo Dietrich se reunió con los representantes de la divisional, acrecientan el conflicto a la espera de una lluvia de billetes que puedan palear un poco la situación.
Los requisitos que se le piden a la afa, además de haber certificado el adelanto de dinero de forma "excepcional son: Rendir cuentas ante la Secretaría General de Presidencia, actualmente a cargo del FPT dentro del organigrama gubernamental, del anticipo de 300 millones. La casa madre deberá remitirle todos los comprobantes de transferencias bancaraias realizados a los clubes en un plazo de 15 días.
Lo más llamativo es que por primera vez el gobierno abre la posibilidad de una rescisión del convenio que garantiza la gratuidad de las trasmisiones de los partidos de la máxima categoría.
Según certifica el documento al que tuvo acceso exclusivo el diario La Nación, en su cláusula cuarta se indica que si "por cualquier motivo las partes no continuaran unidas o interrumpieran el contrato", la AFA deberá devolver el anticipo de los $ 300 millones en un plazo de diez días hábiles, sino el Gobierno podrá recurrir a la Justicia para reclamar la deuda.
Esperando por dinero fresco, los dirigentes se mantienen firmes en estirar el comienzo del torneo hasta que aparezca la plata. Recién ahí volverá a rodar la pelota en los estadios argentinos.
Hoy los caminos parecen indicar que habrá que esperar un mes más para disfrutar de uno de los campeonatos más competitivos del mundo.