Luego de que se supiera que el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, figura como presidente, director y subscriptor de la empresa Kalushy SA, radicada en Panamá desde 1992, las sospechas sobre esta sociedad se hicieron sentir. Más aún luego de que
la organización humanitaria internacional B’nai B’rith, para la que Avruj trabajó, desmintiera la justificación del funcionario quien había dicho que la sociedad se habría creado por pedido y para utilización de B’nai B’rith.
"La organización constituyó a través de sus representantes la sociedad anónima Kalushy, a los efectos de cumplir con la normativa laboral local y permitirle a Avruj asentar su residencia en aquel país.La firma creada oportunamente es una sociedad anónima local, de carácter perpetua, y de ninguna manera se compadece con los parámetros de una sociedad offshore, ni tuvo movimiento alguno desde su registro el 20 de julio de 1992", había asegurado la secretaría de Derechos Humanos en un comunicado.
Además de los puestos de Avruj, en Kalushy SA aparece como tesorera Elisa Alfie, esposa de Avruj. En el comunicado emitido por la secretaría, se contaba que el funcionario "trabajó en Venezuela para la organización B’nai B’rith, reconocida a nivel mundial por su tarea en derechos humanos, institución que lo designó como su director internacional del distrito 23 área Caribe, en Panamá, entre los años 1992 y 1995".
Sin embargo, consultado por Página 12,
B’nai B’rith Internacional indicó que “B’nai B’rith no estableció, ni autorizó la constitución de ninguna empresa en Panamá”. Incluso advirtió que esto es contrario a los principios de esa organización.
"Crear una empresa con el propósito de ocultamientos de cualquier tipo es completamente contrario a nuestros principios y prácticas como una organización caritativa, cuyas finanzas son enteramente transparentes”, agregaron desde la ONG.
"Es necesario aclarar que Claudio Avruj dejó de cumplir funciones en Panamá el 1 de enero de 1995 y, desde entonces, la sociedad permanece abierta por su condición constitutiva, pero sin movimiento alguno ni vinculación con la función del secretario", finalizaba el escrito de la secretaría de Derechos Humanos.