Ante la crísis que atraviesa el Frente Renovador y
los rumores que indican que Sergio Massa podría bajar su candidatura presidencial, los dirigentes del espacio se reunieron para poder elaborar en conjunto una estrategia a seguir de cara a las próximas elecciones. Si bien el precandidato a Presidente había dicho que anunciaría su decisión este martes en una conferencia de prensa, postergó el anuncio para mañana.
A pesar de que muchos de los intendentes que le dieron su apoyo inicial y contribuyeron a fortalecer el partido, luego
lo abandonaron, incluso con
críticas hacia su figura como las que hizo José Eseverri. No obstante, otro grupo de jefes comunales de diferentes localidades bonaerenses aún siguen en pie y en la reunión que mantuvieron anoche hasta largas horas de la madrugada le pidieron que no baje su candidatura presidencial.
Según el intendente de Junín, Mario Meoni, durante el encuentro se expresaron los dirigentes de todos los niveles y coincidieron en que siga firme en el mismo camino:
"Expresamos la necesidad de que Sergio sea nuestro candidato porque expresa valores, ideas y un proyecto político a futuro, que nos contiene y identifica a muchos". Además, aseguró que tiene la convicción de que no va a bajarse pero reconoció que no sabe cuál es la decisión definitiva.
Asimismo, el jefe comunal reflexionó que "
hay un acuerdo entre Mauricio Macri y el gobierno para correrlo del juego, por algo Macri no critica a la Presidenta desde que inauguraron juntos las obras de la autopista Illia".
Luego de que
fracasara la idea de una gran interna opositora y de que
Mauricio Macri rechazara enfáticamente un acuerdo con el Frente Renovador, se barajaron otras opciones posibles. Una de ellas consiste en que Massa vaya en una boleta corta como gobernador junto a una lista de legisladores provinciales, intendentes y concejales. De sa manera, podría capitalizar el apoyo de ciertas localidades bonaerenses.
Otra de las vías de escape podría ser que José Manuel De la Sota, quien
había rechazado ser su compañero de fórmula e insistía en dirimir la candidatura presidencial en una interna, vaya finalmente como Presidente y Massa pelee por la provincia. No obstante, esta opción es una de las inviables debido a que los egos personales de los dirigentes no les permitirán dar un paso al costado.
¿Cuál es el alcance de su fuerza territorial en la provincia de Buenos Aires?
Si bien un grupo reducido de jefes comunaless massistas insiste con la candidatura presidencial de Sergio Massa, lo cierto es que para poder pelear la campaña contra Mauricio Macri y Daniel Scioli necesita un dirigente fuerte en la provincia de Buenos Aires y un trabajo territorial que se expanda más allá del conurbano.
En un principio los precandidatos del massismo a disputarse la gobernación bonaerense eran Felipe Solá, Darío Giustozzi, Francisco De Narváez y Mónica López. El primero
decidió retirarse de la pelea porque consideró que "era bueno achicar la lista", pero ante las bajas actuales se rumorea que podría volver a postularse. El segundo, y uno de los principales fundadores del espacio, decidió abandonarlo por considerar que se había desnaturalizado y
se despidió con duras críticas. Por su parte,
Francisco De Narváez también desistió de esa aspiración argumentando que lo hacía para facilitar un acuerdo que nunca existió y sentenció que si la oposición no se unía volvía a ganar el kirchnerismo.
A partir de ese escenario, l
a única que sigue en carrera es Mónica López, quien reitera su deseo de ser Gobernadora y afirma que su campaña se mantendrá hasta que Massa diga lo contrario. No obstante, no tiene el mismo peso en Buenos Aires que el resto de los rivales políticos contra los que deberá competir.
La decisión final la tiene Sergio Massa y al comunicarla en las próximas horas desterrará las especulaciones para delinear un
nuevo panorama electoral.