12.03.2025 / CONGRESO

Empujones y gases: se acrecienta la tensión entre las fuerzas de seguridad contra los jubilados y las hinchadas

Una nueva represión se da durante el gobierno de Milei. Es ante la manifestación, que tiene como principal reclamo un aumento en las jubilaciones, que fue fuertemente reprimida por las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos, palos y empujones con escudos para dispersar a los manifestantes. Hubo carros hidrantes.






El reclamo central de la marcha gira en torno a la precariedad de las jubilaciones, que, a pesar de incluir un bono extraordinario, no alcanzan para cubrir la canasta básica familiar. Actualmente, la jubilación mínima es de $273.086,50, y sumando el bono de $70.000, asciende a $343.086,50, cifra muy por debajo de los $1.056.601,3 que necesita un hogar tipo 2 para cubrir sus necesidades.

Desde temprano, la Plaza del Congreso se colmó de jubilados y hinchas de diferentes clubes de fútbol de todo el país, quienes decidieron unirse en solidaridad con los mayores. Sin embargo, desde las 15 horas, los efectivos de seguridad comenzaron a intervenir, impidiendo que los manifestantes pudieran avanzar hacia la Avenida Entre Ríos, lo que generó los primeros choques. "Ellos están cortando la calle", denunció un hincha de Independiente mientras señalaba que quienes bloqueaban la vía eran, en realidad, los agentes de seguridad.

Hay efectivos de Prefectura, PSA, Política Federal y Gendarmería, todas fuerzas a cargo de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich.

A medida que la situación se intensificaba, los testimonios de los hinchas reflejaron la indignación por la represión: "Que piensen en los abuelos que se están cagando de hambre", exclamó un hincha de Vélez a C5N, mientras que un simpatizante de Boca criticó duramente a la ministra Bullrich, señalando que los recursos destinados a las fuerzas de seguridad podrían haberse utilizado para mejorar las condiciones salariales de los jubilados.

A las 16 horas, la situación se tornó aún más violenta cuando los efectivos de Gendarmería comenzaron a empujar y utilizar gas pimienta contra los manifestantes que intentaban cortar la Avenida Rivadavia. Este fue solo el inicio de un operativo de seguridad en el que se desplegaron alrededor de mil efectivos y camiones hidrantes, con el objetivo de dispersar a los manifestantes que, en su mayoría, se mantenían firmes en su protesta por un sistema de jubilaciones más justo.