El fallo de la Corte Suprema que bloqueó la llegada de Ariel Lijo al máximo tribunal dejó descolocado a Santiago Caputo, el asesor de confianza de Javier Milei. Caputo, principal impulsor de la designación de Manuel García Mansilla, quien resultó ser el traidor en esta votación, se vio golpeado - según una nota de La Política Online - por la inesperada postura del flamante cortesano. García Mansilla votó en contra de los intereses del Gobierno, contrariando lo que se esperaba tras su reciente asunción en la Corte.
De acuerdo a LPO, fuentes cercanas al gobierno informaron que el impacto de la decisión fue tan fuerte para Caputo que, durante varios minutos, negó la existencia del fallo. Incluso, frente a los periodistas de la Casa Rosada, el asesor intentó minimizar la situación, atribuyendo la noticia a "una operación de Rosatti". Sin embargo, el fallo ya había trascendido públicamente y se encontraba en las portadas de todos los medios. En los tribunales, se tomaron la reacción de Caputo con humor, con un camarista federal comentando irónicamente: "son los mismos que decían que Lijo tenía los dos tercios".
Este episodio deja al descubierto una fractura en el Gobierno, donde García Mansilla, al parecer, no solo se distanció de la Casa Rosada, sino que ni siquiera le informó a Sebastián Amerio, mano derecha de Caputo, sobre su postura en la votación. El asesor, conocido por su influencia en el ámbito judicial, ahora ve cómo su principal apuesta, García Mansilla, se aleja de la estrategia del Ejecutivo.
Asimismo, los últimos traspiés de Caputo no han pasado desapercibidos, y las redes sociales ya lo apodan "El Gago del Kremlin", en referencia al errático entrenador de Boca Juniors, comparando sus fallos de cálculo con los del DT.
Además de la derrota personal de Caputo, el voto de García Mansilla en contra de Lijo representa una nueva derrota para Ricardo Lorenzetti, quien había sido el principal promotor de la llegada de Lijo a la Corte. Lorenzetti había intentado convencer a los operadores del Gobierno de que podría formar una nueva mayoría con García Mansilla, pero parece que Rosatti y Rosenkrantz se adelantaron a los movimientos del rafaelino, logrando que el académico se alineara con ellos en este crucial momento. Aparentemente, García Mansilla, al no llegar a la Corte con un padrinazgo político claro, ha decidido tomar distancia del oficialismo, un giro inesperado que complica aún más las estrategias del Gobierno.
Cabe recordar que la situación de Lijo también se complica, ya que, según fuentes cercanas a su entorno, el juez no tiene intenciones de renunciar a su puesto en el juzgado, y esperará que el Senado apruebe su pliego.