06.03.2025 / Justicia y política

Negación, desconcierto y bronca en el Gobierno por la "traición" de García Mansilla con el voto contra Lijo

Luego de que trascienda que la Corte Suprema rechazó la licencia de Lijo a Comodoro Py para poder jurar como miembro con aval de García Mansilla, en Casa Rosada reaccionaron con la llamativa idea de que "la votación aún no tuvo lugar” y, luego, con enojo. Qué alternativas manejan.




El rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al pedido de licencia solicitado por el juez federal Ariel Lijo generó un camino de negación, desconcierto y bronca en el Gobierno, pero no tanto por el golpe en sí sino principalmente por la "traición" de Manuel García Mansilla quien, en su primera acción como juez del máximo tribunal contradijo la voluntad del presidente Javier Milei, el mismo que los propuso a ambos y los designó por decreto.

Tal como había anticipado Política Argentina antes que cualquier otro medio mediante una entrevista al diputado nacional Rodolfo Tailhade, no sólo la Corte podía llegar a patear la licencia que quiere a toda costa Lijo por temor a quedar sin el pan y sin la torta, sino que no estaba ni siquiera garantizada la voluntad de García Mansilla, pese a haber sido literalmente puesto a dedo en el maxímo tribunal por Milei. 

En la Casa Rosada y cerca del Presidente la primera reacción, cuando trascendió el rechazo y el voto de García Mansilla, fue la negación, diría cualquier psicoanalista. “La votación aún no ocurrió”, dijo este mediodía, enojado, un colaborador del "triángulo de hierro" del primer mandatario, poniendo en duda que la definición se hubiera concretado formalmente en ese momento.

Hubo verdadero "enojo" por la decisión de la Corte, pero más que nada por la voluntad de García Mansilla. De hecho aguardaban con expectativa la resolución oficial, que se conoció antes del cierre de esta nota, pasadas las 15:30. 

Lleva las firmas de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, y fue filtrada mientras Lorenzetti se preparaba para firmar en disonancia al resto de los miembros. Según supo Política Argentina, el ex presidente del máximo tribunal - y cercano al Gobierno en su idea de convertir a Lijo en cortesano - retuvo su decisión casi tres horas, desde las 12 del mediodía. 

El carácter extraoficial de la difusión confundió a varios en el Poder Ejecutivo, en especial el rumbo que adoptó por el magistrado que recientemente se incorporó al Máximo Tribunal, luego de que el presidente Milei avanzara con su nombramiento a través del Decreto 137/2025.

Luego del adelanto de Tailhade en diálogo con Política Argentina, otros medios comenzaron a correr la versión de que se armen dos "cortes". 

"También la Corte mandó a decir que no le va a dar la licencia. Hay una guerra de mafiosos. Rosatti está haciendo su juego. Así que acá puede pasar cualquier cosa. Puede pasar que la Cámara Federal, que no es la autoridad que le tiene que dar la licencia, se la dé. Que después entre la Cámara en conflicto con la Corte, cosa que lo veo difícil. La Cámara puede decir “no, esto es una decisión que tiene que tomar la Corte”. La manda a la Corte y la Corte le rechaza la licencia", había advertido el integrante del Consejo de la Magistratura, para luego "no descartar" que "frente a esa situación sea Milei el que le tome juramento" a Lijo.

"¿Por qué no Corte Talcahuano y Corte Balcarce?  Estamos frente a un escenario explosivo", se había preguntado Tailhade en aquella oportunidad. 

Las versiones, además, señalan que el rechazo a la solicitud de Lijo no fue comunicado por García Mansilla, y generó ruido entre los que trabajaron para concretar el desembarco en la Corte de las dos propuestas enviadas por el mandatario. 

En el subsector libertario de Karina Milei buscaron disimular el desconcierto. Le hicieron lleghar una gacetilla de prensa no oficial a los medios en la que escribieron que la votación de García Mansilla fue una “demostración de que la independencia de la Justicia que pregona el Gobierno es real”.

“Esto confirma que no buscábamos una mayoría automática”, también hizo saber un asesor de la hermana del Presidente y secretaria general, en referencia a la cuestionada dinámica histórica durante la administración de Carlos Menem.

En el Gobierno aseguraron que van a sostener el pliego de Lijo como candidato a la Corte Suprema. Buscarán negociar con el peronismo porque otra no les queda. Tras el rechazo al nombramiento en comisión que ejecutó Milei la semana pasada, se verán obligados a seguir, como hace casi un año, en busca de los votos en el Senado que hasta ahora no lograron conseguir.

Lijo hizo saber que no piensa renunciar a Comodoro Py. Se puede quedar si nada. La duda ahora es qué está dispuesto a entregar el Gobierno al peronismo para que Lijo sea cortesano.