La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habría intentado calmar las aguas con un aumento salarial del 5% que entrará en vigor en marzo para los gendarmes, pero su anuncio provocó aún más indignación dentro de la fuerza. La medida, que llega luego de semanas de creciente malestar por los salarios bajos, ha sido vista por muchos gendarmes como un gesto insuficiente e incluso humillante. La respuesta a la suba fue inmediata: en grupos de WhatsApp y redes sociales se multiplicaron los mensajes de rechazo, con comentarios como "vergüenza", "una burla" y "no alcanza ni para cargar la Sube".
De acuerdo a LPO, el enojo de los gendarmes, que comenzó como un reclamo por los bajos salarios y las condiciones de trabajo, sigue escalando. Muchos de ellos, con sueldos que no superan los 600 mil pesos, enfrentan elevados gastos en transporte y alquiler, lo que los pone en una situación económica muy difícil.
El descontento llego al Edificio Centinela y otra en Rosario. Para evitar represalias, la mayoría de los manifestantes serán familiares de los gendarmes.
En este contexto, el anuncio de Bullrich de un aumento del 5% (que se suma al 3% otorgado en diciembre) fue interpretado como una respuesta tardía e insuficiente. Aunque el Ministerio de Seguridad destacó que esta suba está por encima de lo que percibirán el resto de los empleados estatales, los gendarmes consideran que este aumento es una burla. "No alcanza ni para cubrir lo que gastamos en transporte", expresaron algunos, mientras que otros se resignaron a la situación con comentarios irónicos como "a coimear se ha dicho".
"Nos mandan a reprimir jubilados que piden medicamentos y aumentos, y no nos dan lo que necesitamos para vivir", se lamentaron en los grupos, siempre según LPO. El malestar crece y la rebeldía de los gendarmes sigue siendo un desafío para la ministra Bullrich y su gestión.