El ex presidente Alberto Fernández fue indagado este martes en los Tribunales Federales de Comodoro Py, en el marco de la causa por violencia de género contra Fabiola Yañez. Durante su declaración, el exmandatario negó rotundamente las acusaciones de violencia física, y presentó un extenso escrito de 200 carillas en el que aseguró que jamás agredió a Yañez. Sin embargo, también utilizó la oportunidad para cuestionar la imparcialidad del juez Julián Ercolini y del fiscal Ramiro González, negándose a responder sus preguntas.
Fernández, quien se presentó más temprano de lo previsto en el despacho de Ercolini, explicó que no se sometería a las preguntas de los magistrados debido a lo que consideró condiciones éticas inadecuadas por parte de ambos. "Mi decisión de no responder preguntas que no provengan de mi abogada defensora no tiene el objeto de no someterme a la verdad", expresó. Sin embargo, justificó su postura en la falta de "condiciones éticas" tanto del juez como del fiscal para llevar adelante el caso.
En su indagatoria, el expresidente presentó un escrito en el que insistió en que nunca ejerció violencia física sobre Fabiola Yañez. “Jamás agredí a Fabiola Yañez de manera física, y no existe evidencia que lo respalde”, sostuvo. Fernández señaló que los testigos que pasaron por la causa no han corroborado que él haya tenido una conducta violenta con la querellante, y destacó que, según amigos cercanos de Yañez, ella nunca mencionó haber sido víctima de agresiones físicas por parte de él. Además, el exmandatario subrayó que el personal que prestaba servicio en Olivos negó haber presenciado ningún tipo de agresión.
El ex presidente no se limitó a rechazar las acusaciones, sino que arremetió contra el juez Ercolini, recordando el polémico viaje que ambos realizaron en 2022 a Lago Escondido, un episodio que generó controversia cuando se conoció que Ercolini, fiscales, empresarios del Grupo Clarín y otros actores, participaron del viaje. "Lo vi yo y lo vio toda la Argentina", afirmó Fernández, sugiriendo que este viaje había afectado su relación con el magistrado y cuestionando su imparcialidad en el manejo de su causa.
Fernández también arremetió contra el fiscal Ramiro González, a quien acusó de tener un historial cuestionable. Según el expresidente, González tiene un pasado polémico debido a denuncias de su exesposa, lo que lo convierte en una persona sin "solvencia moral" para actuar en casos de violencia de género.
El ex mandatario detalló que, en su investigación personal sobre González, descubrió que este había enfrentado acusaciones graves en su entorno familiar, aunque en su caso fue sobreseído tras una defensa exitosa. Además, criticó el festejo ostentoso que González organizó el año pasado, sugiriendo que ello también comprometía su integridad y objetividad.