Luego de que se escaparan 17 detenidos de una Comisaría ubicada en la calle Gana al 400 en el barrio porteño de Liniers, la Justicia imputó a cinco efectivos de la Policía de la Ciudad que estaban trabajando en la Alcaldía 9 por facilitar la fuga. La Policía informó que cuatro de los prófugos ya fueron recapturados, incluso el más peligroso de ellos, quien había salido a bailar en navidad.
La fiscal en lo penal y contravencional Lorena San Marcos decidió acusar a los cinco oficiales de haber facilitado la fuga de los detenidos el pasado lunes por la noche en la Alcaldía 9. Entre los imputados se encuentran el jefe de turno durante el momento de la fuga y los celadores.
La acusación se basa en el artículo 281 del Código Penal de la Nación, que afirma: “ Será reprimido con prisión de un mes a cuatro años el que favoreciere la evasión de algún detenido o condenado, y si fuere funcionario público, sufrirá, además, inhabilitación absoluta por triple tiempo”.
En la investigación se detectó que el vidrio que separaba y hacía la división entre los policías y los presos estaba tapado con afiches. Además, los fugados habían hecho una ranchada con tapados con algunas cortinas y música fuerte. También observan que la policía se percató de la situación pasada la 1.30 de la madrugada, cuando fue a recolectar la basura de los presos, pero ya fue tarde.
Esta imputación se suma a la decisión de Jorge Macri de despedir a la cúpula de la Policía de la Ciudad y mantenerla bajo investigación. Se trata del exjefe y el ex subjefe de la fuerza, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, que fueron reemplazados por los comisarios generales Diego Casaló y Carla Mangiameli.