23.12.2024 / Chau 2024, hola 2025

La economía de Milei 2024: los 5 puntos fuertes y los 5 más débiles de su primer año

A un año de la asunción de Milei presidente y tras el primer año completo de mandato, los resultados económicos son altamente contradictorios. Desde el Gobierno promueven un discurso de recuperación y éxito a nivel macro, pero los indicadores muestran una realidad mucho más desigual. Acá, los cinco puntos más fuertes y los cinco más débiles de la política económica de LLA.

por Malena Adandía



Se cumplió un año de la asunción de Javier Milei como presidente y termina el primer año completo de su mandato, y los resultados económicos son altamente contradictorios. Si bien desde el Gobierno promueven un discurso de recuperación y éxito a nivel macroeconómico, avalado por algunos empresarios, financistas y economistas, los indicadores muestran una realidad mucho más desigual en la que, básicamente, los argentinos viven peor según los datos duros. Acá, los cinco puntos más fuertes y los cinco más débiles de la política económica de La Libertad Avanza.

A un año de la llegada al poder, su política económica muestra el resurgir de algunos sectores puntuales, que se pueden contar con los dedos de una mano, pero en detrimento de la base productiva nacional.

Aunque desde el Gobierno aseguran que las principales variables macroeconómicas han evolucionado, los indicadores parecen mostrar lo contrario, con resultados mucho más complejos y desiguales.


Los cinco puntos más fuertes

1- Recuperación en minería, agro y energía

Algunos de los sectores en los cuales podremos observar cierta recuperación en los últimos meses son la minería, el agro y la energía, áreas claves para la economía argentina, claro, pero que solo representan entre el 4 y 5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), y que se benefician especialmente de la demanda internacional de commodities como el petróleo y el gas. A su vez, generan pocos puestos de trabajo directos y, por su parte, el sector agropecuario está marcado por una fuerte concentración en pocas empresas.

2- Fortalecimiento del peso argentino

Otro de los puntos en los que se apoya el gobierno para asegurar un crecimiento económico es que, bajo su gestión, el peso argentino es una de las monedas con mayor crecimiento a nivel internacional. Pero, esto se debe a una combinación de políticas de ajuste fiscal, y a que bajo el mantra del “déficit 0” se devaluó muchísimo a través de la disminución de pesos en circulación. Gracias a esto, si bien el peso se ha fortalecido y el dólar debilitado, momentáneamente, es con precios más caros y una economía real mucho más débil que padece una inflación del 166 por ciento en lo que va del año, según datos del INDEC. Así, el costo de vida se ha elevado y el poder adquisitivo de los argentinos, disminuido.

3- Reducción del déficit fiscal

El gobierno de Milei realizó un fuerte ajuste fiscal, que se centró en la reducción del déficit. Según datos de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, ex AFIP) se logró una mejora en las cuentas fiscales mediante el recorte de subsidios y la reducción del gasto público. Sin embargo, esto sumado a la restricción de políticas sociales golpearon fuertemente a los sectores más vulnerables del país y han provocado una desaceleración de la actividad económica de diversas áreas.

4- Crecimiento de los commodities internacionales
La producción de energía, principalmente a través del petróleo y gas, ha logrado repuntar gracias a la demanda internacional, según datos de la Secretaría de Energía. Vaca Muerta, por ejemplo, se consolidó como una fuente clave de divisas. Pero este crecimiento no se puede asociar a la generación de empleo ni al desarrollo de las industrias con mayor valor agregado. A su vez, la dependencia de los precios internacionales de los commodities deja a la economía argentina expuesta a la volatilidad global.

5- Apertura comercial y ajuste de tarifas

Durante este primer año de gestión se promovieron políticas de apertura comercial y la eliminación de barreras arancelarias para fomentar las exportaciones, a la vez que se implementaron ajustes tarifarios en los servicios públicos, lo que permitió una mejora en la rentabilidad de algunas empresas y en la reducción de los subsidios estatales, pero a partir de un gran costo social que tampoco se puede traducir en mayor empleo o competitividad de la economía nacional.


Los cinco puntos más débiles

1- Crisis de la industria y la construcción nacional

Los sectores como la industria y la construcción involucran al 45 por ciento de los trabajadores en el país, dos sectores que históricamente tuvieron los mejores salarios del sector registrado y hoy atraviesan una profunda crisis donde se perdió muchísimo poder adquisitivo. Según datos de la ARCA y la Cámara Argentina de la Construcción, la industria no sólo está creando nuevos puestos de trabajo sino que se perdieron aproximadamente 30 mil puestos en el último año.

El informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), publicado el 8 de diciembre, afirma que desde que asumió Milei hasta agosto el sector de la construcción perdió 66 mil puestos y la industria manufacturera 29.600.

2- Desempleo y pérdida del poder adquisitivo

Según datos del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), la tasa de desocupación a finales del 2023 era del 5,7 por ciento mientras que para el segundo trimestre del 2024 aumentó al 7,6 por ciento. A su vez, debido a la inflación los salarios reales siguen cayendo de forma constante. Por otra parte, la falta de políticas activas que estimulen la demanda interna genera un círculo vicioso en el que el consumo se retrae, los trabajadores pierden poder adquisitivo, y todo esto limita aún más las perspectivas de crecimiento.

Según el informe “El primer año de gestión de Milei en datos” del CEPA, la caída de la actividad económica también afectó la cantidad de trabajadores registrados: desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024 se perdieron más de 261 mil puestos.

3- Inflación

Si bien el gobierno sostiene que la inflación ha bajado, los números muestran lo contrario. Según el INDEC la inflación de 2023 cerró en el 211,4 por ciento, la más alta en décadas. Y si bien el ajuste fiscal y la devaluación sirvieron para frenar de forma temporal la presión sobre el dólar, los precios internos continúan subiendo mucho más rápido que los salarios, lo que afecta de forma directa a la clase media y baja.

4- Pobreza y desigualdad

En este último año, la pobreza se sigue profundizando debido al ajuste fiscal y la eliminación de subsidios. En diciembre de 2023 se encontraba en el 44,9 por ciento, mientras que en el segundo trimestre de 20240 ascendió al 50,9 por ciento. Como siempre, las clases baja y media son las más afectadas.

5- Indigencia

Por su parte, la indigencia, que muestra a las personas que no llegan a acceder a una canasta básica alimentaria, también aumentó entre el último trimestre de 2023 y el segundo de 2024, pasando del 11,9 por ciento al 12,1 por ciento según datos del INDEC. Esto implica que más de 5 millones de personas en Argentina viven en situación de indigencia.


¿Saldo positivo o negativo para las políticas económicas de Milei?

El saldo final del primer año de Milei en términos económicos es definitivamente negativo. Si bien algunos sectores muestran ciertos signos de recuperación, no son los que aumentan el empleo y hacen crecer la industria nacional. Entre el agro, la minería y la pesca se generaron apenas 11258 puestos de trabajo desde que asumió el gobierno hasta agosto, que lejos están de compensar todos los que se perdieron en el mismo período: 261.017.

Por su parte, los salarios de quienes sí lograron mantener su trabajo también sufrieron: el poder adquisitivo bajó en promedio un 9,6 por ciento. Siendo mayor para el sector público y no registrado que para el sector privado.

Los jubilados tampoco la tuvieron fácil este año, para febrero 2024 la jubilación mínima con bono se ubicaba 14,3 por ciento por debajo del último trimestre del gobierno anterior, y la jubilación sin bono un 3,4 por ciento.

El ajuste fiscal, las políticas de devaluación y el debilitamiento de la base productiva nacional están teniendo efectos devastadores en la mayoría de la población. A largo plazo, la dependencia de los commodities internacionales y la falta de impulso a sectores con alto valor agregado no pueden ser políticas que lleven a buen puerto.