La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no dudó en responder con dureza a las críticas de la vicepresidenta Victoria Villarruel por la situación del gendarme Nahuel Gallo, quien fue secuestrado en Venezuela. En una entrevista con Radio Rivadavia, Bullrich calificó las acusaciones de Villarruel de "mala leche" y aseguró que las mismas no solo fueron injustas, sino también desubicadas, en un momento en el que toda la atención debía estar centrada en la seguridad de Gallo.
Bullrich expresó su indignación al señalar que el país entero estaba preocupado por el secuestro de un gendarme por parte del "régimen criminal, fascista de Maduro", y consideró que Villarruel había abordado un tema "totalmente fuera de lugar" al cuestionar la situación sin tener en cuenta el contexto. "La verdad que es una desubicación", subrayó la ministra, quien también aclaró que el procedimiento seguido por Gallo al viajar al exterior fue el adecuado, con la solicitud del permiso pertinente y la contratación del assist card, como marca la normativa de la Gendarmería.
La ministra también recordó que, en lugar de lanzar un ataque público, lo que se esperaba era una actitud de cooperación. "En un momento en el que había que tener la grandeza de llamarme y decirme, ‘Patricia, ¿en qué puedo ayudar?’, no lo hizo", remarcó Bullrich. Según ella, las críticas de Villarruel no solo fueron infundadas, sino que también atacaron injustamente a la Gendarmería y al país, en un contexto tan delicado.
En un contexto más amplio,
Bullrich aprovechó la ocasión para referirse también a la interna del PRO, donde criticó a Mauricio Macri, quien, según su visión, ha logrado que el 95% del partido se sienta más cercano al oficialismo. La ministra indicó que cada vez son menos los que desean ser parte de una oposición fuerte, lo que refleja las tensiones dentro del principal partido de la oposición.