El gobierno de
Javier Milei continúa sus intentos por
despegarse del escándalo que generó el senador Edgardo Kueider, detenido la semana pasada en la frontera de Paraguay con más de 200.000 dólares sin declarar y permanece preso en Asunción. Mientras que la oposición pide que lo expulsen la Cámara alta,
crece el temor libertario de que exponga una trama de coimas y de que su cargo lo asuma una senadora de La Cámpora.
El panorama no es el mejor para Milei, y es que la detención de Kueider llega a días de que se cumpla un año de gestión, sin acuerdos por el Presupuesto 2025 y luego de que LLA no apoyara el tratamiento del proyecto de Ficha Limpia, con el que el PRO quería proscribir a Cristina Kirchner.
Si bien
el Presidente intentó tirar la pelota para el peronismo y asociar al senador corrupto a Cristina Kirchner, fue la propia ex presidenta que salió a recordar que Kueider fue votado como peronista, "pasó a votar como libertario con el Gobierno de Milei" y que la vicepresidenta,
Victoria Villarruel, lo designó como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación.
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Así se consiguen los votos para las leyes que perjudican a las grandes mayorías y a los intereses de la Nación; o las ausencias que impiden derogar los Decretos de Necesidad y Urgencia que condenan a millones de argentinos a la pobreza o le permiten al Ministro de Economía volver a endeudar el país”, había arremetido la ex mandataria en un posteo de X donde ironizó: “Que nadie se haga el distraído… Ni la distraída”.
Milei intentó salir al cruce: "Todo tuyo", posteó junto a la imagen de una boleta. "
Si hubiera sido mío no votaba la Ley Bases, querido. Te gusta el durazno pero no la pelusa", le respondió Cristina.
Y es que el escándalo de Kueider deja desestabilizado especialmente a Santiago Caputo, que lo acercó para que vote de manera positiva y se sancione la ley Bases, en medio de versiones de pago de coimas millonarias en dólares. De acuerdo a los trascendidos,
el apoyo a la Ley Bases le habría costado a Santiago Caputo cargos en la represa de Salto Grande y presión para que finalmente ocupe el cargo de la Bicameral que controla los servicios de inteligencia. El intento de despegarse del mandatario fue un fracaso. "Santiago está desesperado por bajar el caso Kueider", afirmó a LPO un dirigente de la Casa Rosada.
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Si me sacan los fueros, hablo", fue la frase que dejó trascender el senador y que pone en aprietos a La Libertad Avanza. El Gobierno quedó sin margen porque no pueden despegarse del senador, pero tampoco quieren acompañar su expulsión en el Senado porque
Kueider podría exponer los arreglos que mantuvo con el oficialismo y, además,
asumiría en su lugar la camporista Stefanía Cora.
Si los libertarios se quedan sin Kueider, el interbloque de José Mayans y Juliana di Tullio treparía a 34 bancas y le bastaría con el auxilio ocasional de los santacruceños, los misioneros o los radicales para lograr mayoría con facilidad.