A días de las sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo, la incertidumbre sobre el tratamiento del Presupuesto 2025 sigue latente. Si bien no fue incluido en el temario oficial, y tras la tensa puja entre el Gobierno Nacional y las provincias, se estima que, de no llegar a un acuerdo, la opción más probable será que el presidente Javier Milei decida prorrogar el presupuesto de 2023, tal como hizo al asumir el cargo en diciembre de ese año.
Las negociaciones con los gobernadores, que reclaman puntos clave como deudas por cajas previsionales, coparticipación de impuestos y compensaciones pendientes del Consenso Fiscal 2017, están suspendidas debido a la negativa del Ejecutivo a ceder en cuestiones que afectan su premisa de déficit cero. Según fuentes de Casa Rosada, si las provincias finalmente apoyan el proyecto de presupuesto diseñado por los equipos técnicos del Gobierno, este podría ser tratado en febrero. No obstante, desde el oficialismo se reconoce que "no hay antecedentes" de que se vote un presupuesto en ese mes, por lo que el escenario sigue siendo incierto.
La administración de Milei, que ya había adelantado su postura de no ceder ante los reclamos provinciales, considera que las exigencias, que suman unos 3.700 millones de dólares, no son viables.
“Ellos piden pero no hay plata. Tampoco proponen de dónde sacar esa plata”, insisten en Balcarce 50. En este sentido, la falta de acuerdo con los mandatarios provinciales podría llevar nuevamente a la decisión de prorrogar el presupuesto vigente a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), como ya ocurrió en diciembre de 2023.
De no tratarse el presupuesto, el Gobierno seguiría manejando las cuentas del Estado con discrecionalidad, amparado en el artículo 2 del decreto, que le permite al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, "adecuar oportunamente" la previsión fiscal según el contexto económico. Así, sin el aval del Congreso, Milei podría mantener el control de las finanzas del país hasta que se logre un acuerdo, aunque la falta de consenso con las provincias se perfila como uno de los mayores obstáculos para avanzar en el proyecto original.