La detención del senador nacional por Entre Ríos, Edgardo Kueider, en Paraguay, junto con la incautación de 200 mil dólares, ha generado una fuerte conmoción política tanto en la provincia como en los círculos nacionales. Kueider, quien había sido una figura clave del peronismo entrerriano y luego se mostró cercano al oficialismo de Rogelio Frigerio y en el órden nacional a varias leyes clave para KJavier Milei, terminó recibiendo atención por sus recientes acciones que levantaron suspicacias, especialmente en lo que respecta a su vinculación con el espacio de La Libertad Avanza (LLA).
El hecho de que Kueider viajara con una suma considerable de dinero en efectivo y no la haya declarado al ingresar a Paraguay genera serias sospechas sobre el origen de esos fondos.
A pesar de no haber formalizado su pase a las filas de Milei, Kueider se alineó con el Gobierno en dos decisiones clave que suscitaron interrogantes. La primera fue su apoyo a la Ley Bases, un proyecto fundamental para el presidente Javier Milei, y la segunda fue su respaldo al financiamiento de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado). Estos gestos a favor del oficialismo generaron rumores sobre una eventual adhesión de Kueider a las filas de LLA, sobre todo en un contexto donde su acercamiento a figuras de la derecha había sido evidente.
Sin embargo,
lo que realmente ha disparado las sospechas en las redes y entre sus compañeros políticos es el descubrimiento de los 200 mil dólares que Kueider intentaba llevar a Ciudad del Este, Paraguay, una zona conocida por su vinculación con actividades de lavado de dinero. Las preguntas sobre el origen de ese dinero y las razones para trasladarlo a una región con altos índices de actividades ilícitas son el centro de la atención. En un contexto donde el senador ya se encontraba alejado del peronismo, este episodio ha colocado a Kueider en una posición incómoda tanto dentro de su propio espacio político como entre las filas libertarias.
SU PRONTUARIO JUDICIAL
Edgardo Kueider enfrenta una compleja situación judicial que se suma a su detención internacional. Además de la causa en Paraguay por no declarar el dinero, Kueider está involucrado en dos investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito en Argentina, las cuales apuntan a un entramado de negocios inmobiliarios y posibles vínculos con actividades ilegales.
Una de las causas más relevantes se tramita en los Tribunales de San Isidro, provincia de Buenos Aires, y está centrada en la presunta propiedad de la
empresa Betail SA, vinculada directamente a Kueider y su pariente Javier Rubel. Según la denuncia presentada en julio, Kueider estaría involucrado en la administración de Betail SA, una compañía propietaria de varios bienes inmuebles de alto valor en la ciudad de Paraná, incluyendo departamentos y cocheras en un exclusivo edificio. Este caso, que involucra propiedades de lujo y un patrimonio aparentemente desproporcionado en relación con los ingresos declarados de Kueider, ha sido señalado como un posible indicio de enriquecimiento ilícito.
Por otro lado,
también pesa sobre Kueider otra causa judicial que se está llevando a cabo en Concordia, su ciudad natal, relacionada con una denuncia por asociación ilícita vinculada a la empresa Enersa y su relación con los hermanos Claudio y Marcelo Tórtul. La denuncia fue presentada por Eliseo Blanco, un vecino de Concordia, quien aportó documentación y publicaciones periodísticas que indican que Kueider habría adquirido propiedades a través de una empresa de su propiedad o en la que tiene participación. La investigación es llevada adelante por el fiscal José Arias, quien está recolectando pruebas para determinar si Kueider incurrió en actividades ilegales o si, como él sostiene, las acusaciones son infundadas.