El gremio La Fraternidad, que agrupa a los conductores de locomotoras, levantó hoy al mediodía la medida de fuerza que había llevado adelante durante las últimas 24 horas. La protesta, que consistió en un trabajo a reglamento con trenes circulando a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, generó severas demoras en el servicio, especialmente en el área metropolitana. La medida fue impulsada en reclamo de mejoras en las condiciones de seguridad de los trenes y ante lo que los gremialistas denuncian como el "mal estado de las vías y el material rodante".
La protesta estuvo directamente vinculada a la
“Emergencia Ferroviaria” declarada por el Gobierno nacional en junio de este año, aunque desde la Secretaría de Transporte se destacó que el paro se originó porque La Fraternidad fue el único sindicato que no aceptó el aumento salarial del 3,5% pactado para el último bimestre de 2024. Las demoras fueron notorias en terminales clave como Constitución y Retiro, donde los pasajeros expresaron su enojo debido a los tiempos de viaje significativamente aumentados.
En los volantes distribuidos por el gremio en las principales estaciones, La Fraternidad dejó en claro que su protesta no solo se centraba en la cuestión salarial, sino en exigir “mayores condiciones de seguridad”. Además, subrayaron que la situación en la que se encuentra el sistema ferroviario, evidenciada por la emergencia decretada, es “una de las peores crisis” que enfrenta el sector en la actualidad.
Si bien la medida de fuerza ya ha sido levantada y el servicio ferroviario ha vuelto a la normalidad, persisten las tensiones en torno a la situación del sistema ferroviario nacional.