28.11.2024 / Novedades judiciales

Caso María Cash: cómo se llegó a la detención del camionero tras 13 años y cinco teorías distintas

Los investigadores del caso de la joven desaparecida en julio de 2011 en Salta analizaron aspectos que llevaron a la detención de Héctor Romero, quien este miércoles declaró ser “inocente” frente a la jueza Giménez. Cómo se llegó y qué teorías se descartaron desde el inicio.




A 13 años de la desaparición en Salta y el inicio de la búsqueda, los investigadores del caso María Cash, la joven a la que se intenta hallar desde julio de 2011, analizaron diversos aspectos, archivos y pruebas gracias a los que se pudo concretar la detención preventiva del camionero Héctor Romero.

Romero declaró este miércoles y aseguró ser “inocente” frente a la jueza Mariela Giménez, pero eso no impidió que quedara  imputado por el delito de homicidio calificado con alevosía y que se lo dejara en prisión preventiva.

En la audiencia se expusieron todos los elementos por los que la Justicia lo tiene en la mira de ser el autor de la desaparición y crimen de la joven diseñadora.


POR QUÉ QUEDÓ PRESO EL CAMIONERO

En primer lugar, desde un comienzo Romero dijo que Cash subió a su camión en la rotonda de Torzalito, pero se supo que en realidad fue metros más adelante.

En segundo lugar, se suma además que los investigadores sostienen que el chofer cambió en reiteradas oportunidades la versión de sus declaraciones, desde el primer momento del inicio de la búsqueda, en julio de 2011.

Como tercer elemento, Romero dijo que nunca le pudo ver la cara a Cash porque su pelo le cubría el rostro, cosa que se contradice con que otros testigos manifestaron haberla visto con el cabello atado.

Otro de los aspectos es que en uno de sus testimonios el camionero aseguró que demoró tres horas en trasladar mercadería de Güemes a Joaquín V. González, sin embargo, al regresar, tarda menos ya que el camión estaba vacío.

Llamó la atención que aquel 8 de julio, cuando desapareció Cash, los registros de antenas telefónicas muestran que Romero salió a las 21 de Joaquín V. Gonzaléz, pero él indicó que lo hizo a las 22.

Por último, se cree que un mes después del femicidio el camionero regresó hasta el lugar. Esto se debe porque, una vez más, las antenas lo ubicaron en dicho sector durante una hora y media.

Estos elementos fueron analizados por una unidad liderada por el fiscal general Eduardo Villalba, que puntualizó en cada foja de la causa y así concluyó que la clave del caso estaba en el mismo día de la desaparición, cuando Cash se cruzó en la ruta 34 de Salta con Romero. La hipótesis es que la asesinó y luego hizo desaparecer el cuerpo.

Además de los elementos mencionados, los investigadores lograron certeza acerca de la falsedad de la declaración del abogado Carlos Cuellar, la única persona que había avalado la coartada del camionero.

También aparece entre los elementos tenidos en cuenta que los moradores habituales del Paraje en donde se ubica la gomería de la familia Crespín y la Difunta Correa, sobre ruta 9/34, declararon que, de haber bajado una persona en el lugar, su presencia habría sido advertida por ellos y que esa tarde no vieron a ninguna mujer en la zona.

Romero también mintió en cuanto a los días que trasladaba mercadería para una empresa, ya que al inició de la investigación había asegurado que solamente los días lunes y viernes realizaba esa actividad, pero luego con los análisis telefónicos se demostró que hacía los viajes todos los días de la semana menos los domingos. También omitió informar bien sobre el tiempo de demora que le llevaba ir de Güemes a González los días lunes.

Además, el cuerpo de investigadores aportó un dato inquietante: el 8 de agosto de 2011, el día que se cumplía un mes de la desaparición de María Cash, Romero se detuvo, de acuerdo al impacto de antenas, durante 1 hora y 20 minutos en la zona de la ruta 16 ubicada en la localidad de El Tunal.

En esa ocasión, se observó por segunda vez (la primera fue el día de la desaparición), una ruptura en el patrón de conducta de Romero: durante su viaje de ida a Joaquín V. González, se detuvo en alguna zona de El Tunal, ya que su antena impactó desde las 17:14 en esta localidad y luego en la ciudad de destino recién a las 19:10. Es decir, para recorrer una distancia de aproximadamente 35 kilómetros, que separan El Tunal y JVG, Romero demoró casi dos horas, cuando el tiempo que demora un camión cargado como el que él conducía habitualmente demoraría entre 30 y 40 minutos. De esta manera, “se abre una ventana temporal sin explicación alguna, exactamente un mes después de la desaparición”.

Además, y también es clave, se incluyeron las intervenciones telefónicas en julio de este año, en las que hizo mención a la joven desaparecida cuando trascendieron en los medios las nuevas citaciones a testigos. Uno de ellos, su hermano, quien fue determinante en su declaración y lo complicó fuerte: “Si se mandó una cagada que se haga cargo”.

Este miércoles, Romero recibió prisión preventiva por homicidio calificado por alevosía. Deberán ahora los investigadores sostener la acusación y cabe preguntarse si las pruebas son suficientes o caerán en el terreno de las suposiciones, tal como lo hicieron las hipótesis previas.


LAS HIPÓTESIS DESCARTADAS

El portal Infobae hizo un resumen de las distintas hipótesis que surgieron a lo largo de los 13 años de investigación. Es que todas fueron expuestas en el expediente el 12 de julio de 2012, es decir, a un año de la desaparición.

Los detectives establecieron en aquel entonces que “no surgieron indicios creíbles de su supervivencia, a pesar de la masiva difusión de su búsqueda y al ofrecimiento de una recompensa”.

Teoría 1: “No tomó contacto con su familia o su entorno; no existen elementos creíbles sobre privación ilegítima de la libertad (es decir, un secuestro) debido a que no existía un pedido extorsivo de dinero ni prueba de vida. Tampoco había indicios sobre la vinculación de su ausencia a organizaciones criminales”.

Teoría 2: Esta hipótesis estaba fundamentada en una autopsia psicológica de la víctima, a raíz del comportamiento errático que evidenció antes de desaparecer. Se hablaba de un brote psicótico que la habría llevado a morir en la intemperie, por un traumatismo térmico, al considerar que no tenía los medios para sobrevivir por sí misma en un ambiente desconocido con temperaturas muy bajas.

Teoría 3: A la ves se barajaba la posibilidad de que Cash, a raíz de ese presunto episodio psicótico, no recordara su identidad ni detalles de su vida anterior al 8 de julio de 2011, cuando fue vista por última vez, razón por la que no pidió asistencia o resguardo. Tampoco descartaban el suicidio en el marco de la misma situación.

Teoría 4: Estudiaron la probabilidad que la joven haya decidido evadirse voluntariamente de su vida anterior y que, con ese propósito, podría haber salido del país por países limítrofes.

Teoría 5: La última hipótesis, que además fue la de mayor penetración en el imaginario colectivo, fue sostener que María podría haber sido víctima de una banda dedicada a la trata de personas.

Sin embargo, los investigadores decidieron sostener aquellas que alimentaban la posibilidad de encontrarla con vida, atendiendo al reclamo de la familia de la víctima. Eso cambió a mediados de octubre de 2019, tras una reunión entre la por entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la familia Cash y el fiscal Villalba.

Allí se volvió a encender la esperanza de hallarla, aunque, sin vida. Acordaron la conformación de una comisión especial de búsqueda que incluyó la participación de varias fuerzas de seguridad y, por primera vez, de tecnología para rastrillar la zona donde se perdió el rastro. Los efectivos se adentraron en el monte en busca de un cuerpo, víctima de un homicidio o la muerte por hipotermia. No encontraron más que una cruz sin tumba, ropa quemada y huesos de animales en un tanque australiano.