El proyecto de ley contra la ludopatía online ya tiene media sanción en el Congreso. Pese al lobby del sector y los movimientos de La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, que no bajaron al recinto para el quórum y luego intentaron votar su dictamen (mucho más laxo). Un amplio bloque opositor consiguió aprobar en Diputados el proyecto que, entre otros puntos, busca prohibir las publicidades de casas de apuestas virtuales en todos los medios, plataformas digitales, contenidos de influencers y hasta en las camisetas de fútbol. La iniciativa, que ahora deberá pasar por el Senado, también prevé la prohibición con datos biométricos del acceso a los sitios de apuestas para menores de 18 años.
Todo esto sucede tras la sesión fallida del martes, y con un “poroteo” que mantuvo el suspenso hasta el último momento: la oposición consiguió habilitar la jornada con 137 diputados y diputadas en sus bancas. El quórum se logró alcanzar con legisladores de Unión por la Patria (UxP), la Coalición Cívica (CC), el Frente de Izquierda (FIT), Encuentro Federal, la UCR e Innovación Federal.
A FAVOR DE LA LUDOPATÍA Y EL JUEGO ONLINE
Las bancas vacías les pertenecían al PRO y LLA, que bajaron al recinto una vez conformado el quórum para dejar en claro la postura que ya traían desde la discusión en comisiones con un dictamen de minoría con limitaciones a la publicidad más livianas que las del proyecto finalmente aprobado. Un esquema similar de votos opositores es el que, luego de más de ocho horas de debate, le dio media sanción al dictamen de mayoría, aprobado con 139 votos a favor, 59 abstenciones y 36 en contra. LLA votó en contra, mientras que el PRO y el sector radical de Rodrigo De Loredo se abstuvieron, defendiendo el dictamen de minoría.
EXPOSICIONES
Al tomar la palabra, el diputado de UxP Rogelio Iparraguirre se refirió primero a los intereses escondidos detrás de la decisión oficialista de obstaculizar el quórum al señalar que
"en un tema como este eligen callar los que les da vergüenza defender los intereses de otros". Mónica Frade (CC), presidenta del plenario que debatió el proyecto, agregó en el mismo sentido que
"los intereses que estamos tocando son los de los zares de casinos con que operan acá las empresas extranjeras y por los que muchos diputados y diputadas dudaban de dar quórum".
Ambos dictámenes tenían un punto diferencial en la clave de los proyectos: las limitaciones a la publicidad. Mientras que el proyecto aprobado estipula una prohibición taxativa para todos los medios, el del oficialismo y el PRO tenía una redacción más permisiva y flexible al hablar de prohibición en medios de difusión o comunicación, sin especificar sobre las redes sociales, el rol de los influencers o las instituciones deportivas.
El proyecto de
"Ley de prevención de ludopatía y regulación de juegos de azar y apuestas en línea" aprobado ahora en Diputados estipula en cambio la prohibición de publicidad directa o indirecta de
"juegos de azar y de apuestas en línea" en plataformas y redes sociales, tecnologías de la información, comunicación audiovisual, publicidad exterior, cartelería en la vía pública y en espacios privados de uso público, medios de difusión gráfica, radiales, televisivos, podcast o cualquier otro medio de comunicación actual o que surja en el futuro.
Suma, además, la prohibición de auspicios de casas de apuestas en el ámbito deportivo, como por ejemplo en camisetas de fútbol, estadios u otras instalaciones, un punto especialmente sensible si se tiene en cuenta que buena parte de los clubes de primera división, incluyendo a Boca y a River, tienen hoy a diversas casas de apuestas como sponsor principal o secundario. Eso sin contar a las propias competiciones: el torneo actual de la AFA lleva el nombre de una plataforma de apuestas.
La inclusión de los influencers en el proyecto aparece justificada por las muchas causas judiciales que fueron creciendo en los últimos meses contra "creadores de contenidos" vinculados a la promoción de sitios de apuestas ilegales a modo de "captadores". El texto del proyecto prohíbe la publicidad de influencers e incluye en el mismo nivel a "
testimonios de deportistas, personajes famosos, figuras de relevancia pública o personajes de ficción". También se busca crear un "registro de autoexclusión" en el que los usuarios con situaciones problemáticas o sus familias podrán anotarse para pedir que las plataformas den de baja sus accesos a la web.
En su discurso, Iparraguirre apuntó que la discusión no debe limitarse sólo a un proyecto para niños, niñas y adolescentes, sino que es un problema de la sociedad en general:
"Si excluimos a los adultos del problema vamos a estar obturando la discusión de un problema que hay que verlo en contexto histórico", sostuvo. El diputado calificó a ese contexto como uno signado por el
"deterioro en las condiciones de vida y con un mundo del trabajo que va perdiendo su lugar como medio para el desarrollo". "En este mundo emergen estas nuevas tecnologías y economías de plataformas que necesitan captar nuestros datos, mercantilizando toda nuestra experiencia de vida", advirtió.
OFICIALISMO
La sesión estuvo en riesgo desde la reunión de labor parlamentaria, cuando el PRO y La Libertad Avanza advirtieron que no querían abrir el recinto. No aportaron para el cuórum, que -de todos modos, como se dijo- fue posible por el ayuda de UP, CC, EF, algunos partidos provinciales y la mayoría de los radicales.
La UCR estuvo dividida todo el día. Por Democracia por Siempre, el nuevo bloque del partido centenario, no ayudaron en el quórum los cuatro miembros que provienen de Evolución, la línea identificada con Emiliano Yacobitti, con conocidos vínculos con Angelici. La UCR oficial, conducida por Rodrigo De Loredo, se partió entre los violetas y el resto para el cuórum, pero luego la mayoría de sus miembros rechazaron el dictamen de mayoría.
“Entendemos que la técnica legislativa de describir tan desagregadamente los tópicos que se quieren prohibir, termina habilitando aquello que no describiste", justificó el cordobés.
NOMBRES Y CARAS
Cómo parte de la prohibición a publicitar, el dictamen incorpora a influencers entre los posibles destinatarios de sanciones. Para el PRO y LLA, esa definición puede alterar la libertad de expresión.
"No se puede ir contra de la persona. Por eso pedimos que no fuera tipificado", los defendió Giudici. No había opinado igual Mónica Frade, de la Coalición Cívica, impulsora del proyecto y de la sesión. "La mayoría de los imputados son influencers ¡Están haciendo de cajeros en las redes!", sostuvo. La diputada describió con nombre y apellido a los actores del mercado lúdico. Contó que la mayoría las empresas de juego online tienen base en el exterior, pero hay socios locales con mucha influencia en la política.
Los denominó "zares del juego local" y los nombró a todos.
"Federico De Achaval, dueño del hipódromo de Palermo; Ángel Tabanelli, dueño de Boldt; Daniel Angelici y Daniel Mautone, de Casino Victoria; y Marcelo Rochetti, socio de Fredy Lijo -hermano del juez Ariel Lijo- en la aseguradora Caledonia y de los Bingos de Berazategui y Tandil. Fue jefe de gabinete de un exministro de Seguridad", señaló Frade. Se refería a Ritondo, quien hizo gestos desde su banca.
La jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, celebró el consenso en redes sociales. "Felicitaciones a la Coalición Cívica y a todos los diputados que lograron el quórum y están resistiendo las presiones del lobby del juego", posteó.
También hubo festejos entre las organizaciones que apoyaron el proyecto como Changue.org, que realizó una campaña de recolección de firmas con más de 15 mil personas, a través de la plataforma (
https://www.change.org/NoMasPublicidaddeApuestas ).
"El incremento de la ludopatía y su impacto en niños y adolescentes encendió luces de alarma a especialistas, instituciones educativas y familias en general", señalaron.
RESPUESTAS EN EL GOBIERNO
El proyecto se propone combatir la ludopatía, con la prohibición a menores de edad, límites a los medios de pago (se elimina la tarjeta de crédito) y el impedimento de participar a deportistas y árbitros. No permite que los dueños de los sistemas de apuestas sean directivos de clubes deportivos y se establecen restricciones a los juegos online, con la implementación de sistemas de verificación biométrica y un régimen de autoexclusión.
Para La libertad Avanza y el PRO, muchas de estas medidas violan la “libertad de decidir” de los adultos. La tensión del oficialismo quedó a las claras con la presencia de Karina Milei y Lule Menen en la votación: El Jefe y su funcionario sólo asisten cuando hay un tema complicado.
"Estamos de acuerdo en combatir la ludopatía, pero como siempre, la izquierda y UP se corren de las buenas intenciones. ¿Prohibir y regular qué resuelve?", se preguntó la libertaria Lilia Lemoine.
La diputada y luego su compañero Bertie Benegas Lynch hicieron hincapié en que si los menores acceden al juego online es una responsabilidad de sus familias. Mientras que en el caso de los adultos, se trata de decisiones de cada persona.
"Otra vez estamos tratando que el Estado intervenga en acciones individuales. ¿Van a prohibir las redes sociales? Sólo así pueden ganar elecciones. Porque nosotros las entendemos. Ustedes no", cerró la cosplayer.
Los lobistas pedían no aprobar el artículo ocho, porque los deja casi sin posibilidades de promocionar las actividades lúdicas. El texto que ahora deberá tratar el Senado es amplio. Prohíbe la publicidad del juego en "
plataformas y redes sociales a través de internet, las tecnologías de información y comunicación, la comunicación audiovisual, la publicidad exterior, en indumentaria deportiva, cartelería en la vía pública o en espacios privados de uso público, medios de difusión gráfica, radiales, televisivos, emplazamiento del producto o cualquier otro medio de comunicación actual o que surja en el futuro y que a tenor de los avances tecnológicos puedan ser utilizados con los mismos fines”.