En medio de la motosierra que está llevando a cabo Gerardo Werthein en Cancillería, el Gobierno desplazó este jueves al embajador argentino en España, Roberto Bosch, y al cónsul en Nueva York, Pablo Piñeiro Aramburu.
Bosch formaba parte de la delegación diplomática que la administración libertaria heredó del gobierno del ex presidente Alberto Fernández y que la ex ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino tampoco modificó. De acuerdo con lo que precisaron fuentes oficiales a Infobae,
la decisión de apartarlo de su cargo se debió a que no tenía una buena relación con sus compañeros ni con algunas autoridades europeas.
El ex embajador en el país ibérico era quien había secundado a Ricardo Alfonsín durante su paso por esa sede diplomática en el país europeo. Con la llegada del gobierno de Javier Milei, Bosch pasó a encabezar las relaciones con España.
Por el momento, las autoridades nacionales todavía están evaluando quién será el reemplazante, ya que se trata de un puesto clave para las relaciones con los organismos europeos.
Por el lado de Piñeiro Aramburu, éste había sido designado también durante la administración de Alberto Fernández y hasta el momento permanecía en el cargo por decisión de la ex funcionaria Mondino.
Según confirmó el Gobierno, el director de Comunicación Estratégica y Diplomacia Pública de la cartera, Gerardo “Gerry” Díaz Bartolomé, ocupará el puesto de Piñeiro Aramburu, quien
quedó en la mira luego de que se conocieran fotos de una fiesta que organizó en su residencia en octubre pasado para celebrar Halloween, en la que invitó a decenas de personas.
A partir de este suceso, la Cancillería inició una investigación al respecto y comprobó que Piñeiro Aramburu no utilizó recursos del Estado para comprar los disfraces y el cotillón que se utilizó en ese evento, aunque las imágenes que trascendieron generaron malestar en el Palacio San Martín.