Un hecho inesperado conmocionó la tranquilidad de la ciudad de Buenos Aires en el mediodía de este jueves, cuando un drone explotó cerca de la Embajada de Israel, ubicada sobre la Avenida de Mayo. La explosión, que generó alarma en la zona, fue rápidamente esclarecida por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien aseguró que se trató de un incidente aislado y no de un ataque deliberado.
A través de un mensaje en sus redes sociales, Bullrich señaló que
"se confirmó que no se trató de un ataque, sino de la imprudencia de un usuario particular". De esta forma, la titular de la cartera de Seguridad buscó disipar los temores generados por la explosión, que ocurriera en las inmediaciones de la sede diplomática israelí. Además, agregó que
"la investigación continúa para esclarecer lo sucedido", dejando abierta la posibilidad de determinar las causas del incidente.
Las primeras hipótesis manejadas por las fuerzas de seguridad apuntaron a que el drone podría haber estado realizando actividades como la toma de imágenes, lo que generó inquietud sobre la intención detrás de la presencia de este artefacto volador. Sin embargo, según las autoridades, no hay indicios de que haya sido una acción dirigida con fines hostiles contra la embajada ni contra la comunidad israelí.
Tras el episodio, Bullrich se dirigió al lugar junto a varios colaboradores para coordinar las tareas de seguridad.
En una imagen tomada en el lugar, la ministra se fotografió con el embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela, con el claro objetivo de transmitir un mensaje de calma y unidad frente a lo sucedido. La ministra, además de garantizar que la investigación sigue su curso, destacó la importancia de mantener la tranquilidad ante lo que consideró una "imprudencia" sin mayores consecuencias.