El presidente Javier Milei decidió finalmente confrontar de manera pública a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien acusó de estar más cerca de la "casta" y del "Círculo Rojo" que de las ideas libertarias que llevaron al espacio a la Casa Rosada. Esta ruptura, aunque no total - según sostienen desde el oficialismo dado que aseguran que el Presidente no le pedirá la renuncia a la jefa del Senado - , marca un punto de inflexión en la relación política entre ambos, que hasta ahora había sido, en términos institucionales, cordial y supeditada a fotografías riéndose encima de tanques. Este lunes, Milei destacó que Villarruel "no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones" y que ha optado por no participar en las reuniones de Gabinete, lo que, en su opinión, revela una desconexión con las decisiones clave del gobierno.
¿Será por voluntad propia? ¿O más bien por injerencia de la propia secretaria general de Presidencia? Cabe señalar que el presidente, con una imagen pública fortalecida debido a ciertos resultados macro y la baja de la inflación, y una reciente serie de encuentros internacionales, encontró el "momento justo" para lanzar sus duras críticas. Así se lee en una nota de Clarín. En la misma, se relata que desde su entorno más cercano, se señala que la ex socia de fórmula cometió "errores" políticos que han socavado su posición, entre ellos, sus declaraciones durante la Noche de los Museos, donde se refirió al Senado como el espacio de la “alta política”, lo que generó una fuerte reacción dentro del gobierno, al considerarlo un desliz que no encaja en la narrativa oficial. Ni hablar de cuando lo tildó de "jamoncito" equiparando su lugar al de Karina Milei, la secretaria general, el Jefe. En este contexto, Milei no dudó en calificarla como una figura cercana a los sectores tradicionales del poder, algo que la marca como ajena al discurso anti-casta del gobierno. Casta.
Pese a las declaraciones previas y reposteos de la diputada cosplay, y a pesar de las tensiones, desde el oficialismo intentaron minimizar el impacto de las declaraciones. Manuel Adorni, vocero presidencial, dejó claro que "Vichacruel" sigue siendo parte del gobierno en su rol como presidenta del Senado, aunque reconoció que su vínculo con el Presidente ahora es estrictamente "institucional". En este sentido, descartaron cualquier posibilidad de pedirle la renuncia o de que se produzca una ruptura total en el seno del oficialismo, aunque reconocieron las "diferencias de opinión" entre los dos líderes. Mientras tanto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, subrayó que los desacuerdos son comunes entre figuras con roles diferentes, y que las críticas de Milei responden más a cuestiones de gestión política que a una fractura personal o ideológica irreparable.
Entonces ¿El reciente cruce puede reflejar dificultades que enfrenta el Gobierno para consolidar una unidad interna, mientras éste intenta avanzar en su programa de reformas económicas? Hay que recordar que la gestión de Villarruel en el Senado, con una oposición fortalecida y una agenda legislativa difícil, podría seguir siendo clave para el futuro del oficialismo sobre todo cuando se trata el Presupuesto 2025. Habrá que pensar también el lugar de Santi Caputo.